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MIKAEL, CRISTO Y MARIA Junio 2017

MIKAEL, CRISTO Y MARIA

Junio 2017

INTERCONEXION ARCOIRIS

MIKAËL 4 de junio de 2017

 

Os queda, en términos terrestres, un máximo de tres semanas a partir del 9 de Junio o del 10 de Junio, para establecer la verdad que sois!...

 

MIKAEL ARCANGEL

Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Bien amados Hijos de la ley del Uno, que la Paz y el Fuego del Amor estén en vosotros.


…Silencio…

Intervengo en este día de Pentecostés como tercer componente de la nueva tri-Unidad. Tal y como os he anunciado, hace ya numerosas semanas que las aguas de la Tierra están siendo sembradas y que la Tierra misma está siendo arada. Hoy, en este día de Pentecostés, por la gracia del Espíritu Santo, por la gracia del Paracleto, por la gracia de la nueva tri-Unidad, siembro vuestros códigos vibrales en resonancia con la eternidad de vuestra Presencia en este mundo.

Ha llegado el momento de dejar alejarse lo que sólo pasa. Ha llegado el momento de acoger el Espíritu de la Verdad, acompañado de mi espada, cortando y alumbrando lo que todavía podría necesitarlo en el seno de vuestra Presencia.

Acojamos juntos, si queréis, al Espíritu de la Verdad, generando entonces, en este día y en los días siguientes, una potencia sin igual de la percepción del Fuego Ígneo en vuestro pecho y en el Espíritu de vuestra cabeza, bajando al Corazón del Corazón, realizando la unión final del efímero y del Eterno en vuestra Presencia.

Las reglas y la dualidad inherentes a este mundo, se encuentran hoy en vías de transformación, por el hecho de la intensidad del Espíritu presente en la tierra y de la intensidad de las partículas adamantinas que han llevado, hasta vuestra intimidad, el Fuego del Espíritu.

La Unidad, principio de toda vida libre, se manifiesta en el mismísimo seno de la dualidad residual de este mundo en extinción, con el fin de dejar sitio a la verdadera Vida en la Eternidad. Lo que sucede en vuestra tierra hoy, es decir en vuestro cuerpo físico, está directamente ligado y unido a la acción de los cuatro Elementos ya presentes desde hace muchos años en vosotros, a los cuales se ha añadido ahora el Éter primordial, realizando la última etapa de la fusión de los Éteres en el mismísimo seno de vuestro cuerpo de carne. Así, la transubstanciación celular, material, ha empezado para muchos de vosotros, permitiendo a la Luz no estar frenada por la existencia de vuestra materia, independientemente de cualquier noción ligada a vuestras envolturas sutiles.

La perforación de las capas aislantes de vuestro cuerpo finaliza hoy, dando a cada uno la libre posibilidad de entregarse al Espíritu de la Verdad, con el fin de dejar que la Luz, en totalidad y en exclusividad, guie vuestros pasos y vuestra vida.

En esta etapa, en este día y en los días siguientes a la Pentecostés, se realiza en vosotros, por esta transubstanciación, la emergencia de las nuevas leyes llamadas leyes del Uno, aquí mismo en este mundo ahí donde estáis, dándoos a percibir, a vivir, a sentir, lo que ocurre en este cuerpo de carne según si estáis alineados con el Espíritu de la Verdad o alineados con vuestro personaje.

Esta especie de confrontación es una resolución de los últimos antagonismos a veces presentes todavía en algunos de vosotros, correspondiendo a la costumbre y a la adhesión a este mundo, de la manera que sea. Esta nueva mirada, este estado último de la conciencia manifestada en este mundo, viene literalmente para consumir los últimos obstáculos a la emergencia de la Luz en el seno de vuestra carne, como de vuestro corazón.

Así se realiza la totalidad de la Nueva Eucaristía, haciendo desaparecer una forma ilusoria, reemplazándola por la forma eterna del cuerpo de Êtreté. Las manifestaciones ligadas a esta alquimia ocurren en vuestro cuerpo con una intensidad jamás observada hasta la fecha. La modificación de las necesidades ligadas a la corporeidad de la carne, desaparecen unas tras otras, con el fin de permitir a vuestra Presencia tomar todo el sitio y todo el espacio.

Por la gracia del Fuego Ígneo y por la gracia del Paracleto, este proceso alquímico alcanza ahora la totalidad de vuestra vida efímera, que sea en vuestro cuerpo, en vuestras envolturas sutiles como en vuestro entorno.

Este cambio de reglas y de manifestaciones, en el mismísimo seno del efímero y antes de la Llamada de María, os ofrece la posibilidad de ver claro todo lo que no se había visto todavía para muchos de vosotros. Se trata aquí también, como fue especificado durante las Teofanías, de un ajuste extremadamente fino, permitiendo, lo esperamos, para un número muy grande de vosotros presentes en la carne, de vivir este paso en las condiciones más tranquilas, más ligeras y más felices posibles.

Acordaos que en estos tiempos de Gracia y de Teofanía, ya no hay más tiempo de trabajar en la historia personal de ninguna manera, sino de realizar vuestro corazón. Ya no hay más tiempo de buscar la menor causa para la emergencia de lo nuevo, que no depende os lo recuerdo, de ninguna causa ni de ninguna reacción, sino que es la expresión del libre juego de la conciencia, aquí mismo en este mundo que vive, durante este mes, sus últimos sobresaltos de resistencia de lo que es dual.

Estáis invitados en este día de Pentecostés y durante todo el mes de junio de este año 2017, a dejar morir lo que se aleja de vosotros. No hay nada que perder, sólo hay que ganar la verdad de la Eternidad, sin esfuerzo, a partir del momento en que no existe en vosotros ninguna pregunta, ni ninguna interrogación acerca de la realidad de la Luz o la verdad de lo que vivís.

Encomendar el Espíritu en las manos de la Eternidad, es aceptar, sin mirar atrás, lo nuevo y lo Desconocido, que no es ni un anhelo, ni una esperanza sino que ya es, para muchos de vosotros desde hace muchas semanas, una verdad inquebrantable e inalterable que se desvela a vuestro ritmo. Este ritmo que habéis vivido, que es el vuestro durante las Teofanías y hasta este jueves incluido, será reemplazado, progresivamente o brutalmente según el avance y la sincronicidad del desarrollo de la escena final, con respecto a las señales celestes, a las señales terrestres y a las señales humanas.

Os incumbe, en cuanto finalicen las Teofanías programadas por la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres y por María misma, de vivir en Teofanía permanente y perpetua. Constataréis, si adoptáis esta regla de estar en Teofanía perpetua, que el aligeramiento, la ligereza, la serenidad y la fluidez serán vuestro pan de cada día del que no podréis despojaros, provocando que nada de lo que es pasado pueda atraer de nuevo vuestra conciencia, de la misma manera que ninguna proyección en un futuro hipotético pueda estorbar la realización de la Eternidad en el seno de vuestro instante presente.

Si os parecen existir, a pesar de la presencia del Manto Azul de la Gracia y de María en vuestro Canal Marial, unas resistencias todavía presentes, que éstas se manifiesten al nivel del cuerpo de carne o se manifiesten en el seno de vuestros pensamientos o emociones, os incumbe entonces de apelar a mi ayuda así como a la del Arcángel Uriel, con el fin de aligerar lo que debe ser aligerado.

Las Teofanías realizadas a petición vuestra con el Arcángel Uriel o conmigo, tendrán, a partir del 10 de junio de este año, una potencia que os ayudarán, por así decirlo, a dejar evacuar lo que está ya muerto. Os ha sido especificado que el mecanismo final ascensional de la Tierra ha empezado hace ya algunos meses, al principio de marzo. Las Teofanías realizadas desde hace nueve semanas, y finalizando dentro de pocos días, señalan la instalación espontánea, en cada uno de vosotros, de la posibilidad de girarse hacia vuestro corazón sin ser retenido por ningún sufrimiento, ninguna creencia o ninguna ilusión que sea.

Si esto no os resulta fácil, o evidente, os incumbe poneros bajo la protección de vuestra Madre, os incumbe llamar a María, y os incumbe realizar una Teofanía con Cristo y también con el Arcángel Uriel y yo mismo. Es con estas llamadas y con estas peticiones, más allá incluso de las Teofanías espontáneas, que viviréis este aligeramiento con la más grande de las sonrisas y la más grande de las felicidades.

Os incumbe, a cada uno de vosotros, averiguar mis palabras, averiguar la acción del Espíritu en vosotros, averiguar la transubstanciación de vuestro cuerpo de carne. Tal y como lo constataréis fácilmente, no habrán más excusas que valgan, sea lo sea lo que todavía tengáis que llevar a cabo en el seno de este mundo, según tengáis una profesión, una familia, unas obligaciones. Estas obligaciones, y a veces los pesos que todavía podáis llevar, se aligerarán ante la evidencia de estas Teofanías, ante la evidencia de la instalación de la Eternidad, y esto, independientemente de los acontecimientos ligados a las tribulaciones humanas.

Así que os invito, a partir del 10 de junio, a comprometeros firmemente con lo que os es ofrecido y con lo que vosotros mismos os habéis ofrecido: la capacidad de vivir la Eternidad cuando todavía estáis en un cuerpo efímero. No olvidéis que el cuerpo de Êtreté está presente ahora, que lo percibáis o no, que lo viváis o no. Os incumbe entonces, en cierto modo, si no vivís nada de esto, de adoptar a nivel personal una actitud de espíritu donde la única obsesión, por así decirlo, presente en vuestra conciencia, es la Luz, el Corazón, y el Amor, más allá incluso de las representaciones que asumimos como nueva tri-Unidad.

Vais entonces a descubrir, a veces con estupefacción, a veces con felicidad, pero siempre asintiendo, la verdad de la Eternidad, para aquellos que todavía no hayan tenido acceso a ello. De vuestra capacidad a girar vuestra conciencia y vuestros pensamientos hacia la permanencia de la Luz en vosotros, supondrá una facilidad más o menos grande para vivir este período del mes de junio. Viváis en el país que viváis, estéis donde estéis en el planeta, hay que aceptar que las tribulaciones humanas conciernen a la totalidad de la humanidad, aunque el territorio donde estáis no se vea afectado directamente en su materialidad.

Esta transubstanciación atañe al conjunto del colectivo humano, como al conjunto de la Tierra. No hay ningún lugar, ningún espacio donde refugiaros para intentar escapar de lo inevitable que es, os lo recuerdo, la alegría y la felicidad de la Eternidad.

En cuanto hayáis entrevisto el Corazón del Corazón, incluso sin haber vivido nunca la totalidad de las Teofanías propuestas y realizadas por vosotros mismos, no hará ninguna diferencia, ilustrando una vez más lo que dijo Cristo en el momento de su venida: «Los últimos serán los primeros» en apresurarse hacia la Eternidad. Efectivamente, algunos seres humanos encarnados en la carne estaban dormidos hasta ahora. Siempre os dijimos, nosotros los Arcángeles, así como las Estrellas y los Ancianos, que aunque nunca habíais vivido los procesos de subida vibratoria, esto iba a cambiar, y ha llegado el momento de vivirlo.

Así que alegraos, los que hasta ahora a pesar de su fe, a pesar de su certeza, nunca han tenido acceso a la verdad del corazón, de poder descubrirlo por fin e instalarse sin problema y con facilidad. Sólo es necesario e indispensable girar simplemente lo más a menudo posible, a partir del 10 de junio de 2017, vuestros pensamientos hacia la Luz. Pensad en la Luz no quiere decir comprender o explicar algo, es simplemente un acto de reconocimiento a la Verdad, de reconocimiento a la Luz y de reconocimiento a vuestra eternidad.

No se trata de rezar, no se trata de repetir unas letanías, sino realmente y concretamente que vuestra conciencia, vuestros pensamientos, vuestra tensión hacia el Abandono, estén únicamente dirigidos hacia la Luz auténtica y verdadera, la que nunca es visible en la pantalla interior, salvo a veces por el Blanco. La que nunca, para muchos de vosotros, nunca fue vivido, se revelará como una verdad inquebrantable en cuanto finalicen las Teofanías de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres.

Acordaos que a partir del 10 de junio, la finalización de mi misión y de mi papel es también, os lo recuerdo, de ceder el sitio, en esta última reversión, al Arcángel Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Soy en cierto modo, a partir del 10 de junio, el que os facilitará la obra de abandonaros en totalidad a vuestra eternidad. Poco  importa el modo de proceder, no necesitáis unas invocaciones, no necesitáis unas letanías, no necesitáis otra cosa que vuestra propia conciencia girada hacia la Luz y hacia nosotros, sin pedir nada, sin esperar nada, simplemente dirigir vuestro pensamiento y vuestra conciencia lo más a menudo posible a lo largo de vuestros días, de vuestras noches, durante vuestras noches si os despertáis, lo que será el caso para muchos de vosotros, ilustrando entonces a la perfección la frase de Cristo: «Velad y rezad.»

Algunos de vosotros, desde hace ya muchas semanas, viven con certeza estos procesos de transubstanciación. La transubstanciación ocurre a partir del momento en que la Lemniscata sagrada, por medio de las Teofanías, realiza la emergencia del corazón, por así decirlo, al nivel de la cabeza, en el seno de la pequeña Corona donde se realizan la fusión de los Éteres y la fusión del Éter.

En el momento en que vuestro corazón se conecte de manera permanente a vuestra cabeza, por la percepción esta vez – incluso para aquellos que nunca han vibrado –, de la pequeña Corona de la cabeza, o de un dolor en la punta del cráneo, acoplada a alguna sensación, la que sea, en vuestro pecho, señala para vosotros, en ese momento, la obligación de estableceros en esta Eternidad. Y de hecho constataréis, desde ese momento, si no se ha hecho ya, que cualquier interés que concierne a este mundo desaparecerá instantáneamente ante la felicidad del corazón reencontrado, alejando de vosotros las preocupaciones cotidianas, las obligaciones cotidianas, las creencias habituales y alejando también de vosotros las últimas resistencias, las últimas ilusiones.

Esto no es reemplazado por la nada, sino más bien por una plenitud y una felicidad de vuestra Presencia, y esto, lo repito, sean cuales sean las contingencias de vuestro efímero, que pasarán de manera muy natural a segundo plano, y después a último plano. La Luz, lo habéis entendido, toma todo su sitio dentro de vuestros cuerpos de carne. No hay ninguna escapatoria. No sirve de nada agarraros a nada conocido, no sirve de nada querer preservar la ilusión que sea, porque ninguna ilusión podrá sostenerse en el campo de vuestra conciencia una vez finalizada la última Teofanía programada. Algunos de vosotros ya han vivido las primicias de ello, despiertos, liberados o dormidos.

Así que hay un real alivio de lo que es efímero con respecto a vuestra conciencia efímera, ante la intensidad de la Luz y la revelación vivida en cada fibra de vuestra conciencia, en cada fibra de vuestros cuerpos físicos y sutiles, no dejando ningún lugar a la duda, ni a ninguna interrogación.

Si, no obstante existiesen todavía unas dudas o el sentimiento de tener que elegir algo, es durante esos momentos que es conveniente que vuestro pensamiento y vuestra conciencia se giren de la manera más precisa y más directa hacia vuestro corazón, hacia la Eternidad, porque en ese momento, a partir del 10 de junio, la Luz seguirá el hilo de vuestros pensamientos y el hilo de vuestra conciencia. Se trata aquí de la actualización del Masculino y del Femenino sagrados, conectándoos de manera evidente, más allá de la vibración percibida por algunos de vosotros al nivel de lo que fue nombrado el 12º cuerpo o Andrógino Primordial… esa evidencia pondrá fin, como dije, a cualquier interrogación y a cualquier duda.

Si os parece no vivirlo después del 10 de junio, y de estar todavía en interrogación y en cuestionamiento, no olvidéis llamarme, no olvidéis llamar a María, y no olvidéis girar, ante todo, vuestros pensamientos y vuestra conciencia hacia la Luz, aunque no la conozcáis, aunque no la hayáis vivido hasta ahora. Para aquellos de vosotros que viven, recientemente o desde hace ya tiempo, los procesos y los mecanismos vibrales correspondientes a la bajada de la Eternidad al seno de este mundo, vosotros mismos constataréis que independientemente del lugar donde todavía os encontráis hoy, que algo habrá cambiado el 10 de junio por la mañana.

Este regalo está destinado ante todo a permitiros vivir la tribulación humana colectiva sin estar afectados por ella de ninguna manera al nivel de vuestra eternidad. Constataréis de hecho con facilidad, que cuanto más se incrementen los desórdenes de la tierra, más estaréis en paz y más estaréis en felicidad, no la felicidad del que ve la destrucción de algo, sino que una felicidad sana, mostrándoos la verdad de vuestro corazón, prevaleciendo y borrando todas las ilusiones todavía presentes en este mundo.

La Luz va a exigiros, que sea por un sueño, que sea por una intuición fulgurante, que sea por la vía exterior de un amigo, de un hermano o de un ser de Luz, de decidiros, porque muy pronto no podréis llevar de frente y al mismo tiempo las actividades efímeras y el estado de Eternidad. Os corresponde ver, os corresponde decidir, os corresponde elegir dónde está la verdad para vosotros. ¿Está en la Verdad inmutable del corazón o está en la atracción de la materia y la vida en el seno de esta dimensión?

Tenéis, lo sabéis, una libertad total de establecimiento en lo que os parece ser vuestra verdad. Sin embargo, y lo sabéis, la Llamada de María vendrá necesariamente para poner fin a todo lo que es efímero de manera temporal, realizando realmente y concretamente lo que fue nombrada la estasis, y que es en realidad una verdadera muerte seguida de una verdadera resurrección, o bien acompañada de vuestro cuerpo de carne transmutado, o bien directamente en el seno de vuestro cuerpo de Êtreté, o bien en el seno del Absoluto, sin dependencia entonces de ningún mundo, de ninguna forma ni de ninguna dimensión.

Ahí está vuestra libertad, pero como para cualquier paso, que sea en el seno de los mundos encerrados, el nacimiento como la muerte son tan difíciles el uno como el otro. No se trata ni de un nacimiento ni de una muerte, sino más bien de una resurrección, es decir que no hay nada nuevo, propiamente dicho, para descubrir, sino sólo lo que podría llamar, sin ninguna noción temporal, lo que siempre ha estado ahí, el Anciano, este Anciano de los Días y este Anciano de las Noches, que de hecho sólo son vuestra eternidad que no está ni vejada, ni oprimida por ninguna servidumbre ni ningún límite.

Como ya sabéis, por haberlo experimentado muchos de vosotros desde hace algunos años, la naturaleza, los pueblos de la naturaleza, la Confederación Intergaláctica ahora, los Arcángeles, son unas ayudas inestimables para mantener y alimentar, por así decirlo, esta Eternidad, sin apelar a ningún elemento personal o conocido.

La Luz os llamará cada vez más precisamente. Esto no será simplemente una orden de la Luz, sino la evidencia de la Luz y de la Gracia, a partir del momento en que vuestro pensamiento, vuestra conciencia se giren hacia ella. Basta simplemente con tener un pensamiento para la Luz auténtica y verdadera, un pensamiento hacia mí, un pensamiento hacia María, un pensamiento hacia Uriel, para constatar, más allá de todo protocolo y de toda subida vibratoria, la realidad de nuestra Presencia y la realidad de vuestra eternidad.

Por supuesto, durante este mes de junio, salvo si la Llamada de María sobreviniera antes del final de este mes, vosotros mismos tendréis la posibilidad de constatar los diferentes emplazamientos de vuestra conciencia, de vuestras ideas y de vuestros pensamientos. En un caso, sentiréis la felicidad y la ligereza. En otros casos, sentiréis la gravedad, el malestar y el dolor. Os corresponderá entonces muy naturalmente de decidir dónde estáis mejor, más allá de cualquier entidad. Es un problema íntimo que hay que resolver a solas, aunque estemos ahí, a vuestros lados. Porque una vez más, y de manera muy actual hoy, sólo vosotros podéis realizarlo. Ni Cristo, ni la Fuente, ni ningún Arcángel, ni siquiera María, pueden hacerlo en vuestro lugar.

Os corresponde constatar y vivir lo que ocurre cuando pensáis en la Luz. Os corresponde constatar y vivir lo que ocurre cuando recaéis en el funcionamiento habitual de la persona y de vuestra historia. Para cada uno de vosotros, incluso los instalados en la Libertad total del Liberado Viviente, como para el que duerme del mismo modo, tendréis la posibilidad de constatar con una evidencia formal, la diferencia entre el corazón y lo que no es el corazón, entre la Eternidad y lo efímero. No necesitáis interrogar ni a vuestra mente, ni a las cartas, ni a un péndulo, ni a un hermano, ni a una hermana. Lo que será importante en ese momento, es justamente esta noción de evidencia.

Así, por así decirlo, tendréis en vuestras manos durante este mes de junio, todas las cartas que es posible tener. Os corresponde ver si queréis estar en la Fluidez de la Unidad, en la Evidencia de la Eternidad o en la resistencia personal, que desencadenará necesariamente la negación y la ira a un nivel jamás vivido hasta la fecha. Será posible entonces, pensamos, para la mayoría de los seres humanos encarnados, despiertos o dormidos, de elegir lo que les corresponde.

Así que os queda, en términos terrestres, un máximo de tres semanas a partir del 9 de junio o del 10 de junio, para establecer la verdad que sois. Es durante este período, durante las tribulaciones, que efectivamente se producirán las gracias más grandes, porque no habrá nada más con lo que aferrarse a este mundo. No estoy anunciando con esto unos mecanismos catastróficos de disolución. Si éstos ocurriesen, la instalación de vuestra conciencia en vuestro Corazón de manera perpetua hará que nada pueda afectaros, con respecto a cualquier pérdida aparente, con respecto a cualquier situación aparente.

Acordaos de esto, y es efectivamente lo más importante: si vuestros pensamientos, vuestras ideas, vuestros actos están girados hacia la Luz, entonces la Luz os colmará; si vuestros pensamientos, vuestras ideas y vuestra conciencia están girados hacia vuestra persona, entonces la Luz os parecerá como ausente y esto se traducirá, como dije, por unos dolores, una resistencia, una ira o una negación.

No permanezcáis en la negación, sino que poneos a prueba vosotros mismos, realmente y concretamente, incluso el hecho de intentar, para aquellos que están despiertos, de salir de la Luz y de volver a entrar en el personaje, y veréis. Vosotros mismos constataréis donde está la evidencia, donde está vuestra verdad. No os contentéis con lo que digo, no os contentéis con creer o no creer en esto, os invito, como María lo hizo, a averiguarlo por vosotros mismos, porque sólo vosotros podréis saberlo y vivirlo, y asentaros. Nadie podrá hacerlo por vosotros, y tampoco podréis hacerlo por nadie, ni siquiera para los más próximos a vosotros.

No se trata de un momento de soledad sino realmente de unos momentos de plenitud, sobre todo para aquellos de vosotros que hasta ahora se lamentaban de no haber vivido los procesos vibratorios, porque para ellos esto representará el fin de la espera, el fin de la creencia y la vivencia en directo de la Luz.

Acordaos también de que si hay una “persona” y un “personaje”, hay, de una manera u otra, sufrimiento y no estáis completos. Tan pronto haya Eternidad, hay Felicidad, Ligereza y alegría. No es un concepto, no basta con decir «estoy en el corazón», porque no quiere decir nada, son unas estratagemas del ego. Hay que averiguarlo, y habrá que averiguarlo, en vuestra conciencia y en vuestra carne, os diga lo que os diga vuestra mente y os diga lo que os diga vuestro personaje, si la felicidad realmente está ahí o no está ahí, y habrá que ajustaros en consecuencia.

Tampoco olvidéis que podemos impulsar la ayuda inicial, pero que una vez esta ayuda inicial de nuestras Presencias a vuestros lados, sólo y únicamente vosotros hacéis, en cierto modo, que esta experiencia sea mucho más que una experiencia, es realmente y concretamente la finalidad de la comprensión íntima, más allá de cualquier mente, de lo que es la Eternidad y de lo que es el efímero. No estamos solamente, ahora y a partir de ahora, en unos procesos de Despertar, de vibración, de expansión de conciencia, sino que aquí tocamos, con vosotros, a partir del 10 de junio, la parte más íntima y verídica de lo que es la Vida y de lo que no lo es.

Aprovechad también, por supuesto, las Teofanías espontáneas, que sean raras o que sean permanentes, para girar –durante esas Teofanías espontáneas, e incluso las programadas – vuestra conciencia, no hacia la percepción de la Luz por la vibración, sino directamente hacia esta palabra: «Luz». Si esta palabra os molesta porque no os evoca nada, aparte de la Luz del día, entonces pensad simplemente en «Luz-Amor». No busquéis entender nada, no busquéis dirigir nada. Acordaos de lo que dije: la Luz sigue el pensamiento y sigue la conciencia. Es así como os demostráis a vosotros mismos, en cierto modo, lo que es la Verdad y lo que no lo es, más allá de cualquier concepto, de cualquier creencia, de cualquier percepción, de cualquier visión.

Este mecanismo participa en cierto modo, ya no solamente en el establecimiento del Último o de la Infinita Presencia, sino directamente a la desaparición del Sí y a la vivencia de lo que sois, es decir el Absoluto.

…Silencio…

Bien amados Hijos de la ley del Uno, en este día de Pentecostés, en esta semana de Pentecostés, sea cual sea el momento en el cual oiréis o leeréis estas palabras, os invito ahora a dejar el Paracleto bendecir la punta de vuestro cráneo y expandirse en vuestro Corazón del Corazón, y a dejar la Luz y la Felicidad tomar todo el sitio.

…Silencio…

Soy el Arcángel Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Que el Paracleto y la fusión de los Éteres sean mi bendición en vosotros.

…Silencio…

Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Bien amados Hijos de la ley del Uno, id en Paz en vuestra Eternidad. Sois benditos, estamos con vosotros, y afirmad y demostrad, por vuestra simple Presencia, vuestra Autonomía y vuestra Libertad.

Rindo gracia a vuestra escucha, rindo gracia a vuestra acogida, rindo gracia a la belleza de la Luz.

Hasta muy pronto. 

 441

 

CRISTO - 4 DE JUNIO DE 2017 ♥

Que mi Paz esté en cada uno de vosotros.

Hermanos y hermanas en eternidad, recojámonos un momento en la Gracia del Corazón. Bendigo a cada uno de vosotros en su llama eterna. En este día de Pentecostés, que el Espíritu de la Verdad os cubra de bendiciones. Honro vuestra Presencia, en el Amor.

…Silencio…

Como se os ha dicho, la Ascensión de la Tierra ha comenzado el 8 de marzo de 2017. Progresivamente, la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, así como María, os han propuesto que viváis esta forma de comunión con vuestra eternidad, llamada “Teofanía”, que viene a recordaros el Juramento y la Promesa, antes incluso de la Llamada de mi Madre. Dondequiera que estéis en la Tierra, y sea cual sea vuestro origen, en el plano de lo efímero como en el plano de la Eternidad, sois cada día más los que vivís la Verdad y descubrís que vuestro Reino no es de este mundo, que vuestro Reino está dentro de vosotros.

En este día de Pentecostés y por la Gracia de la Nueva Eucaristía, deposito en el corazón de vuestra cabeza el Espíritu de la Verdad, el Paráclito. Como primer integrante de la Nueva Eucaristía, hoy, desde este mismo día, el corazón se funde con la cabeza, poniendo en marcha en algunos de vosotros y cada día más, el vehículo ascensional, que manifestará y os hará vivir dentro incluso de este mundo, los carismas del Espíritu, a los cuales, como sabéis, no debéis ataros, pero que serán el testimonio indeleble de vuestra Presencia eterna en la superficie de este mundo.

Saludo a todos los que se han atrevido a atravesar las últimas puertas, abandonando todo lo conocido y viven ya su resurrección. En este día de Pentecostés, la pequeña Corona de vuestra cabeza, la joya, se despliega dentro de lo efímero no solo para haceros ver, sino para entrar en relación con los mundos invisibles a vuestros ojos de carne. El descenso del Espíritu Santo, del Espíritu de la Verdad, vienen a enaltecer la beatitud y la felicidad de vuestro renacimiento en la Eternidad.

Mi Madre os ha dicho hace unos días, que las tribulaciones humanas están llegando a vuestra conciencia para permitir que la revelación final se ponga en marcha. Todos vosotros estáis llamados, por la Gracia del Espíritu Santo a vivir su resurrección. Estéis donde estéis posicionados, más o menos lejos de vuestro corazón, se produce la misma Gracia del descenso del Espíritu a un número cada vez más importante de hermanos y hermanas. Muchos de vosotros ya experimentáis la Teofanía del Espíritu, la Teofanía perpetua, que emerge de vuestro Corazón del Corazón, dentro incluso de este mundo. Ahí está la Paz, la única verdadera; ahí está la felicidad, la única auténtica.

Vengo a llamar a vuestra puerta, en este día, con el Espíritu de la Verdad y la Teofanía. Como sabéis y como experimentáis, lo que se vive hoy es el fin de un mundo y la Resurrección en las moradas de la Eternidad, en las moradas de la felicidad. Vuestro corazón se eleva y asciende, haciéndoos comulgar con el Espíritu de la Verdad donde no puede subsistir la menor duda, el menor cuestionamiento. Para muchos de vosotros se van a manifestar los distintos carismas asentando, de alguna manera, vuestra eternidad en este mundo efímero que se aleja.

He venido, en este día, para invitaros a deponer todas las armas del ego, para introduciros en la dulzura de la Paz y en la felicidad de la Eternidad. Vengo, en este día, con el Paráclito para libraros, si me acogéis, de todo lo que pueda quedar de dudas o incertidumbre en cuanto a lo que sois de verdad. Porque en verdad os vuelvo a decir, “lo que hice hace dos mil años, lo haréis igual y mucho más todavía”.

A todas las sociedades de la Tierra, a través de diferentes culturas, independientemente de las creencias, de las religiones, de las personas, a todo este mundo, yo doy la posibilidad de liberarse del encierro, del sufrimiento y de la Ilusión. Vengo a daros eso, en el momento en que aceptéis la pequeñez de todo lo efímero, desde el momento en que no miréis delante ni detrás de vosotros, sino exclusivamente en vuestro interior para descubrir allí vuestra majestad, vuestra grandeza y vuestra verdad.

Es la hora para la unión mística con lo que he llevado y logrado para cada uno de vosotros en la superficie de este mundo. En verdad, nadie podrá conocerme si no renace de nuevo en su eternidad. Ser libre, es aceptar ya el principio de Libertad, aceptar la posibilidad de que nada de lo que vivía en este mundo es verdadero, que nada de lo conocido o cognoscible tiene utilidad alguna para vivir lo que sois. Lo que sois, no requiere condiciones, creencias, forma, ni tiempo. Experimentar y descubrir la Libertad, es estar permanentemente en la felicidad y en la alegría del corazón, sin objeto y sin sujeto, sin intención y sin desempeñar ningún rol en este mundo.

A partir de ahora, llamaré a las puertas de vuestra eternidad por la Puerta KI-RIS-TI, por la pequeña Corona de vuestra cabeza o directamente durante algunas Teofanías. Vengo a invitaros a cada uno de vosotros, a lavar las ropas, a regeneraros, a olvidar los sufrimientos, a olvidar los duelos, a olvidar las resistencias, a olvidar las influencias ocurridas durante vuestras peregrinaciones en este encierro.

Solo vosotros podéis salvaros a vosotros mismos desde el instante en que os reconozcáis y me reconozcáis, no a través de los ritos, no a través de los datos históricos, sino simplemente en vuestro corazón, en la Libertad. Y os recuerdo sobre todo que no hay nada que salvar dentro de la Ilusión, pero que debéis, como ya he dicho, de convertiros en un niño inocente y puro, sean cuales sean las manchas presentes en vuestras vidas, sean cuales sean los desequilibrios. Buscad vuestro Reino que está dentro de vosotros, y todo lo demás emergerá de ahí.

Eso requiere que no os intereséis por las idas y venidas de este mundo, por los juegos de sombra y de luz presentes desde hace demasiado tiempo en este mundo -que era libre hace mucho tiempo. Solo encontrando la verdad de vuestro corazón es como os liberaréis y liberaréis el mundo. Reconociéndome, os reconoceréis antes de mi presencia y mi historia en esta tierra, antes de vuestra primera vez en la encarnación.

La Verdad es simple, tan simple que todo lo que se ha hecho en este mundo es para alejaros, para privaros de ella. Hoy, no hay ninguna excusa de este mundo, de esta sociedad, de este mundo efímero, para oponeros al Amor.

Os invito a depositar vuestras últimas cargas a mis pies; os invito hoy, por la Gracia del Espíritu Santo, a aligeraros y volver vuestra mirada a lo esencial. Eso pondrá fin, si no está hecho, a vuestra sed de este mundo, a vuestra sed de ilusiones. Es hora de daros cuenta, si no es así, de que no hay absolutamente nada de lo que podáis conocer de las leyes de este mundo, que os permitan escapar de él.

Ahora, son las cosas diferentes por las Teofanías, sean cuales sean las etapas que hayáis vivido hasta el presente y desde hace treinta años; ellas vienen a demostrar la verdad del amor, la verdad de la Eternidad y la falsedad del amor de este mundo. En efecto, no debe confundirse el Amor de la Vida y el amor de este mundo, aunque muchos de vosotros hayáis sido seducidos por las sirenas de este mundo a través de una espiritualidad alterada e incompleta y por otras razones. Es hora de descubriros libres, no dependiendo de nada de lo que hace vuestra persona en este mundo, no dependiendo de ninguna de sus reglas, de ninguna de sus leyes, para posicionaros con el corazón liviano, en la Ley del Uno.

Dentro de unas semanas tendrá lugar el solsticio de verano, la fiesta de San Juan, momento en el que el Sol entra en su reino para vosotros, en occidente y en el hemisferio norte. Ese reinado del sol, llamado “verano”, va a alcanzar un relieve especial durante este verano del año 2017. Mi Madre os ha anunciado el comienzo formal de las tribulaciones humanas. Aceptad eso, pero volved cada día que transcurra hasta el solsticio de verano, vuestra mirada hacia la Verdad, porque ningún elemento de este mundo dentro de lo efímero será capaz de mostraros, a partir de ahora y de una u otra manera, dicha Verdad.

La matriz Arcóntica, como sabéis, toca a su fin -es irremediable y definitivo. Sé, por supuesto, que muchos de mis hermanos humanos se han girado hacia los propósitos de este mundo, creyendo que tienen que llevar a un tipo de redención para la perpetuación de este mundo. La vida eterna -lo que sois-, no podrá nunca adecuarse a lo que es falso, a lo que es limitado.

El reino de los “controladores”, ha terminado. Seáis conscientes o no, lo aceptéis o lo rechacéis, no cambia nada, porque vosotros vais a descubrir la verdad, si no es así ya, de que todo está en vosotros, en vuestra Morada de la Paz Suprema, en esta Eternidad y en esta Teofanía. Todo lo demás es pasajero y desaparecerá definitivamente para conduciros a la Alegría eterna y definitiva. Ningún placer de este mundo, ninguna ganancia de este mundo podrá nunca satisfaceros, más allá de vuestra vida efímera.

Lo que vengo a proponeros en este Pentecostés, es que no os dejéis influir por ninguna ilusión y que dejéis florecer el Amor en vosotros, en cada mirada, en cada palabra, en cada circunstancia, sin tener en cuenta lo que pertenece a este mundo.

Os lo he dicho en muchas ocasiones: vosotros estáis en este mundo, pero no sois de este mundo. Olvidad toda culpabilidad, toda retribución kármica; vosotros sois libres desde la Eternidad. Muy pocos de vosotros habéis tenido la oportunidad, en este ciclo, de verificarlo y vivirlo. Hoy, eso afecta a la multitud, con una cantidad creciente de hermanos y hermanas. Cada día que pasa, cada día que transcurre, os acerca colectivamente a la Libertad.

Las circunstancias humanas de este mundo, en este mes de junio, van a llevaros a soltar vuestras condiciones de seguridad del tipo que sean para mostraros y demostraros que la única seguridad es vuestra eternidad, y eso no puede comprarse con ninguna moneda, con ninguna sonrisa, con ningún rol, con ningún apoyo de vuestra persona sobre las leyes alteradas de este mundo dual.

Todas las religiones, todos los movimientos espirituales organizados en este mundo, no son más que una parodia; la única Verdad solo puede apoyarse en cada uno de vosotros, interiormente. Desde el momento en que vuestra conciencia se apoye sobre cualquier elemento presente en este mundo, no sois libres, estáis encadenados a la ley del karma, estáis atrapados en esta matriz que se deshace. La matriz Crística, y eso os lo he dicho, es la matriz de la Libertad donde nada puede estar encerrado -ni incluso la Unidad-, de ninguna manera. Vosotros sois perfectos desde la Eternidad; vosotros seréis siempre imperfectos en la persona, aunque esa persona sea lo más santa posible, aunque esa persona me haya desposado conscientemente, como algunas hermanas Estrellas os han expresado. La única Verdad no depende de ninguna circunstancia de este mundo.

En este Pentecostés, os invito a dejar florecer las flores de las Gracias del Amor, a dejar aparecer, revelar y emerger, el Fuego Ígneo dentro de este mundo.

Lo que llamáis vuestros campos de energía, van a transformarse, para haceros vivir tanto en la conciencia como en la carne, lo que es el “Camino”, la “Verdad” y la “Vida”, no como un ideal o un objetivo, sino como una verdad que os golpea en cada aliento de vuestro corazón. Así que, os repito con toda firmeza, “dejad a los muertos enterrar a los muertos”. La única ayuda que a partir de ahora que podáis aportar a este mundo en su Liberación o en su Ascensión, no puede venir, de ninguna manera, de lo efímero. Ya sea una moneda, ya sea una sonrisa, ya sea una palabra, os parecerán tonterías inútiles frente al poder de vuestro corazón.

Es el momento de poner fin a todo juego dentro de lo efímero; es el momento, en este día, de finalizar vuestra libertad; es el momento hoy de dejar emerger lo que sois. Y lo que sois, no necesita sonrisas, lo que sois, no necesita palabras, lo que sois no necesita justificaciones ni demostraciones, porque vosotros sois la prueba viviente de la Verdad. Nada más podrá alterar esta Verdad desde el momento en que la acojáis, porque en definitiva sois a vosotros mismos a quienes acogéis.

En cada Teofanía que realicéis con una intención hacia una persona, yo estaré en vosotros, para magnificar y aclarar todavía más, la verdad de vuestro corazón. Así que os repito hoy: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. El juicio, como sabéis, pertenece a la persona y a este mundo, y a las leyes de este mundo. No podéis juzgar y ser libres, porque no veis la Verdad más allá de vuestros sentidos y más allá de vuestras percepciones.

Vivir la Resurrección en este período bendito de tribulaciones, es una esperanza y una oportunidad increíble, no para un futuro, sino para vivir esa felicidad que no depende de ninguna circunstancia y, sobre todo, de vuestros conocimientos o de vuestras habilidades dentro de este mundo, incluso las que os han parecido hasta hoy, las más espirituales y las más luminosas, porque todas las experiencias que hayáis tenido, todos los encuentros que hayáis vivido, solo han sido una preparación para vivir la Verdad que no es de este mundo.

En este día de Pentecostés y en los días sucesivos, nada podrá estar disfrazado u ocultado, tanto dentro como fuera de vosotros, echando abajo a todos los sistemas de defensa, de depredación y de esclavización residuales que existen.

Finalmente, no funcionará la Sociedad de las Naciones, ni la pseudo-armonía entre los pueblos, que no son más que un equilibrio entre la codicia de cada uno. El único recurso estará dentro de vosotros. Os invito ya, en este día, por adelantado y de manera solemne, a uniros a lo que sois que no pasará nunca, porque lo demás es pasajero y se desvanecerá, dejando el Amor desnudo sin depender de ninguna forma, de ninguna persona, de ninguna historia, de ningún mundo.

La Teofanía del Espíritu y la Teofanía perpetua, así como las Teofanías con intención, se unirán, como he dicho, a la sensibilidad de mi presencia en vuestro corazón, poniendo fin de manera intensa, a todo lo que pueda quedar de creencias, adhesiones y expectativas presentes en este mundo.

La Verdad se revela, no de manera progresiva sino, a cada uno de vosotros, como un fulgor, una forma de evidencia donde no existe espacio para la más mínima mentira. Porque este mundo es una mentira permanente.

Vosotros sois la Vida, pero no sois este mundo; sois la Vida, pero no tenéis ningún apego a este mundo, ningún vínculo, ningún placer fugaz de vuestras peregrinaciones. Sin embargo, preciso también, que cada uno de vosotros sois libres de estableceros en los mundos densos o de vivir el Absoluto o vivir lo que queráis, pero no ya en este mundo, no ya sobre este mundo que se convertirá en un mundo de Luz desde el momento en que la Tierra liberada, esté instalada en su nueva dimensión. La mayoría de vosotros no estarán ya presentes en esta tierra; algunos de vosotros quedaréis como guardianes de la Eternidad.

Yo sé, porque lo veo, que un número cada vez mayor de vosotros, aspiráis solo a una cosa: la vuelta a vuestra eternidad. Yo os digo que el que esté atado a este mundo, no puede estar en la Vida eterna. Debéis uniros a la Vida, porque sois la Vida, y sean cuales sean vuestros placeres, sean cuales sean vuestros recorridos, sean cuales sean vuestras satisfacciones, en definitiva, para el que está liberado solo representan absurdos y pérdidas de tiempo. Vosotros estáis fuera del tiempo.

Entonces, os digo hoy: atreveos a romper las últimas ataduras a la Ilusión de este mundo, para estar en la Vida y en la Verdad; no hay otro camino que ese. Pero la Luz y toda la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, os dejarán en libertad, os dejarán libres de estableceros en las experiencias que deseéis, pero en ningún caso podrán desarrollarse sobre lo que habéis conocido hasta ahora.

Muchos de vosotros que hasta ahora estaban en la negación y la ira, van a encontrar la sonrisa, porque esas negaciones y esas iras, aunque hayan sido difíciles para algunos, se disolverán con cada vez más evidencia para dejar lugar a lo que siempre ha estado allí.

No estar apegado a ningún escenario o historia, o a cualquier karma, os libera hoy de las leyes de la matriz, de las leyes de los Arcontes. Independientemente de las apariencias de este mundo, de sus sirenas, de vuestras posesiones, de vuestras experiencias, sea cual sea la intensidad de lo que os parece haber vivido, eso no representa nada frente a la Eternidad que sois. Por tanto, os invito, en este día, a volveros definitivamente a la verdad de vuestro corazón, a la verdad de la Vida. La vida en la superficie de este mundo es posible gracias al Amor, a pesar del encierro.

Ahora cuando muchos hermanos y hermanas encarnados duermen ignorando lo que son, es el momento de venir a mover a toda la humanidad en sus convicciones, en sus cadenas espirituales encerradas. Muchas enseñanzas se os han dado; esas enseñanzas se dirigen a una sola cosa: llegar a este momento lo más disponibles posible, lo más auténticos posible. Ahora sois muchos los que habéis vivido eso, y seréis muchos más los que lo viváis por la Gracia de las Teofanías, en los días y las semanas que vienen en este mes de junio.

Recordad que en cualquier circunstancia que tengáis que atravesar dentro de este personaje efímero, que lo único que podrá apagar vuestra sed, como eliminar todo dolor o sufrimiento, será vuestro corazón y vuestra eternidad.

Todas las interacciones llamadas “relaciones sociales”, “relaciones afectivas”, “relaciones filiales”, “relaciones con el sistema”, sea el que sea, llegan a su fin. Por tanto, os invito a la Paz, a la única paz válida y verdadera, la que está dentro de vosotros y que no depende de ninguna circunstancia de este mundo, de ninguna facilidad, de ninguna comodidad, de ninguna molestia.

Os invito a la Eternidad, esta Eternidad que no puede ir acompañada de ninguna restricción, de ningún nacimiento como de ninguna muerte, donde ningún sufrimiento puede afligiros, donde ninguna duda puede manifestarse, donde todas las opciones son posibles porque no hay ninguna elección, si no es ser Amor y Luz. Todo lo demás son solo juegos de la conciencia.

En este día de Pentecostés, os invito a la Paz, no solamente a la redención o al arrepentimiento, sino simplemente al olvido de todo lo que es pasajero y que pasará definitivamente. Este mundo pasa, pero la Vida no puede pasar; este mundo termina y comienza la verdadera Vida, comienza la verdadera Alegría, la verdadera felicidad, el reino de la alegría. Está en el interior y no es comparable a ninguna alegría de este mundo ni a ningún amor de este mundo que solo es una parodia de la Verdad.

Entonces, os repito: “Os doy mi Paz”, “deja que lo que está muerto o va a morir, se separe de ti, porque lo que muere, no puede ser verdad”. Y lo mismo sucede con vuestra forma, y lo mismo con vuestros vínculos y todas las relaciones que habéis establecido dentro de este mundo. La única relación verdadera es ahora, la de vuestro “corazón a corazón”, por la Teofanía, por la Vía de la Infancia, por el hecho de desaparecer, con mayor frecuencia, de este mundo. Eso no es triste, no es una pérdida, sino la Verdad que os incumbe verificar a vosotros mismos.

Gradualmente y a medida que desaparezcáis, a medida que veáis las ilusiones de este mundo, veréis claramente que vuestro corazón está ahí, que la Paz está ahí, que el “corazón a corazón” es la única Verdad. Solo vosotros podréis verificarlo. No vengo a salvaros, porque no hay nada que salvar en la Eternidad, todo está sano y salvo. Solo la personalidad puede todavía creer y esperar salvar algo de la Ilusión, de la creencia en una evolución de lo que es perfecto desde la Eternidad. Ved el subterfugio de los Arcontes que os han hecho creer que erais imperfectos, que debíais reparar, mientras que sois la Vida, la Verdad. Ahora es el momento de detener toda esa mascarada y jugar el juego de la Libertad y de la Verdad que no es de este mundo.

En estos tiempos, como había dicho, todos los que se aferren a la vida dentro de lo efímero, la perderán; todos los que se aferren a la verdadera Vida en la Eternidad, salvarán lo que han encontrado que no tiene nada que ver con las leyes de este mundo, con las formas de este mundo, excepto quizá para los que habéis encontrado dentro de la naturaleza que no están afectados por el encierro de la humanidad ni por el encierro de la Tierra.

Así que, os digo por tercera vez: “Paz a cada uno de vosotros, Paz en la Vida eterna”.

El Fuego del Corazón, el Fuego de la Verdad, el Fuego de la Alegría, entran en manifestación. Los carismas, sean los que sean, que van a manifestarse o que se manifiestan ya, no pueden en ningún caso, volveros a atar a este mundo, solo pueden permitiros, de alguna manera, anclaros en la Eternidad, en la verdadera Vida.

Entonces, en este día, mi corazón se regocija como el vuestro, de esta Verdad anunciada y encontrada.

Mirad a todos los que mantienen los hijos de este mundo, y que son: seres atraídos por la potencia y el poder de la cabeza y que han perdido su autonomía y su libertad. Ellos no son condenables ni juzgables, porque podéis decir como lo hice yo mismo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Ninguno de vuestros hermanos humanos, ninguno de mis hijos que llevan un alma, puede ser juzgado. Pueden reajustarse a lo que son, simplemente, durante estos meses que María os ha anunciado desde hace mucho tiempo. No podéis saber los pormenores y las circunstancias de un hermano o de una hermana que os parece opuesto a la Luz, porque no lo conocéis, porque si veis eso, eso quiere decir que no veis más allá de las apariencias, que no veis lo verdadero porque si no, habría el mismo Amor para cada conciencia,

independientemente de su apariencia o sus pretensiones.

El encierro no procede de los humanos, como sabéis, aunque algunos hayan contribuido a ello, jugando el juego de la depredación, el juego de la apropiación, que no es más que una forma de egoísmo disimulado. Eso se os ha explicado en muchas ocasiones a través de las falsas espiritualidades. Tanto las religiones, como las organizaciones, como los movimientos llamados espirituales, están todos vinculados, sin ninguna excepción, a este mundo y, por tanto, a la Ilusión llamada Luciferina.

Porque hoy os puedo decir a cada uno de vosotros: “Tú eres piedra y sobre esta piedra construiré mi Iglesia”, que es la “Iglesia Interior”. La Iglesia exterior es solo un sucedáneo que os tiene en sus redes, en sus ilusiones, en sus parodias. Hoy es el momento de hacer lo mismo que hace dos mil años, echar a todos esos mercaderes del templo, a todos esos mercaderes de ilusiones, a todos esos mercaderes de esperanzas, a todos esos mercaderes de sueños que no son verdad.

Hoy, os atañe a cada uno, por la Gracia de las Teofanías, no creer más ni adheriros a esos absurdos. Es hora de estar verdaderamente, no por momentos, sino en permanencia, en el Amor, sin tratar de comprender o discriminar. Amad; amad, ante todo, aunque no comprendáis, aunque no sepáis, porque ahí está el Amor más puro, que no tiene en cuenta nada previo, ninguna condición, ningún objetivo. Ahí está la Verdad; todo lo demás no son más que disfraces y, en definitiva, lo sabéis.

Pero, el olvido y el miedo, os han conducido a esas estrategias. El mundo y la sociedad, regidas por la competición y la depredación, os han obligado y forzado a cuidar un espacio ilusorio de protección. Eso acaba, desde ahora. Sea la que sea vuestra edad, sean las que sean vuestras posesiones, no estaréis libres mientras no dejéis morir y alejarse, lo que está destinado a morir.

Algunos intervinientes os han dicho, “vosotros no sois este cuerpo, vosotros no sois nada de lo que pertenece a este mundo”. Es el momento de vivirlo antes que haya crujir de dientes que, de todas formas, también pasará.

Dejad ser a vuestro corazón, no lo abruméis con nada de lo que pertenezca a vuestra persona o a la historia. Así es como seréis libres y así estaréis en la Alegría verdadera y en la felicidad. Diga lo que os diga vuestra persona, digan lo que digan vuestros seres cercanos, digan lo que os digan las reglas de este mundo, todo es falso, no existe. Es una mentira y un sueño. Entonces, salid del sueño y ved; ved la magnificencia, ved la belleza de lo que sois y que jamás brillará a través de la persona que interpretáis en este mundo.

Así que, en este momento, dondequiera que estéis, independientemente del día en que oigáis mi intervención de Pentecostés, sea cual sea el lugar, os doy mi Paz eterna, os doy el perdón, os doy lo que sois: esta Paz, este Amor, este perdón. No os dejéis llevar por las sirenas de la espiritualidad de este mundo, no os dejéis llevar, sino permaneced en la felicidad; todo lo demás no hace más que molestar. ¿Queréis la Paz?, ¿queréis la Verdad? Está ahí; no hay otra.

Permitidme, finalmente, en cualquier día y en cualquier lugar que estéis, que os deis cuenta en el momento de la escucha, en el momento de la lectura, la Teofanía de Cristo acompañada de la espada de Mikaël, acompañada por la dulzura de mi Madre.

Dignaos aceptar la ofrenda de la Paz, la ofrenda de la Libertad, la ofrenda del amor. Oremos juntos, no para pedir, porque todo está ahí, sino para dar gracias y para la alegría de la felicidad, para la alegría de la Eternidad.

…Silencio…

Daos la Vida, la Vida eterna, donde la sed no puede existir.

Que mi Paz esté en cada uno de vosotros desde este instante. Doy gracias a vuestra presencia, a vuestra escucha, a vuestra lectura; doy gracias a vuestra eternidad. Doy gracias, en este fin de los tiempos de la Tierra, a la Vida que fluye en vosotros, que sois vosotros.

…Silencio…

Acojamos juntos y celebremos, la Nueva Eucaristía.

…Silencio…

Os doy mi Paz y os absuelvo de todo lo que podáis considerar como un pecado, porque el único pecado es creer en la Ilusión de este mundo, que os priva de la Vida eterna y del Amor.

…Silencio…

Que el Amor infinito de la vida, se revele en vosotros y ponga fin al motor del sufrimiento, al motor de la Ilusión.

…Silencio…

Ahora es el momento de callarme y que cada uno de vosotros quedéis en el mismo silencio, en esta Teofanía que no requiere ni palabras, ni soporte.

…Silencio…

En el nombre de la Ley del Uno, en el nombre de la Verdad, en el nombre de la Vida, honro a cada uno de vosotros, especialmente, a aquellos que se han alejado de mí, amargados por las mentiras de las religiones, desviados de la fe por el diablo que no es otro que Dios.

…Silencio…

Os doy las gracias y os lo agradezco.

MADRE MARIA

MARÍA

4 de junio de 2017

 

Yo Soy María, Reina de los cielos y de la Tierra. Niños bien amados, en este día de Pentecostés, permitidme recubrir a cada uno de vosotros con mi Manto Azul de la Gracia e instalarme en vuestro Canal Marial.

Intervengo en este día como el segundo componente de la nueva tri-Unidad.

Después de haberos acompañado durante el mes de mayo pasado, vengo hoy para confirmar lo que os enunció mi Hijo.

Vengo, como Madre, a recogeros en mis brazos, los de una madre cariñosa que quiere sólo lo mejor para cada uno de sus hijos – y lo mejor no puede estar más que en el Amor y la Verdad.

Para muchos de vosotros, las Teofanías os acercaron a esta Verdad esencial, a este Amor infinito que sois.

Así como mi Hijo os lo dijo, su brazo no puede ser retenido más tiempo.

Que los signos del cielo se desarrollen en este mes o no, no cambiará nada, porque ha llegado realmente el tiempo, ahora, de poner fin a todas las mascaradas, a todas las falsedades, a todos los sufrimientos, a todos los vagabundeos.

Acojo a cada uno de vosotros en mi corazón.

En este instante en que vosotros me oís o me oiréis, vengo para comulgar con vosotros a través de mi corazón de Madre. Vengo a recubriros con el don de la Gracia, con el don de la Verdad, con el don de la verdadera Vida. Yo también os invito a depositar todas vuestras cargas y todas vuestras incertidumbres a mis pies. Os invito a ser consolados, de cualquier pena que os aflija, de cualquiera que sea el sufrimiento que podáis vivir. Vengo a poner en ellos el bálsamo del Amor, el bálsamo de la Alegría y el bálsamo de la Eternidad.

Mis palabras, en este día, no serán numerosas porque lo que es importante es el número de vosotros, lo que es importante es lo que se vive en el silencio de vuestro corazón, en vuestra intimidad, que no sufre ninguna relación y ningún soporte en el seno de este mundo. Vengo a confirmaros vuestra libertad.

Vengo para consolar a aquellos de vosotros que están todavía apegados a las ilusiones de este mundo.

 

… Silencio…

 

Vengo a sosteneros en el descubrimiento de vuestra eternidad, en el descubrimiento y la vivencia cada vez más intensa de este Amor incondicional que no es de este mundo y que sin embargo debéis manifestar en este mundo.

En el momento de mi última intervención solemne, tal vez estremecí a un cierto número de entre vosotros, y este estremecimiento fue necesario y saludable.

Me dirijo a vosotros hoy como Madre. Incluso si existen analogías para cualquier madre sobre esta tierra, esto se para aquí porque todos vosotros sois portadores de mi Vida eterna, porque hay en cada uno de vosotros la misma Vida eterna y la misma Verdad.

Esta Verdad que no conoce ni historia, ni sufrimiento, ni persona, sino que es la Vida.

En el seno de la Teofanía del Espíritu y de la Teofanía perpetua, os ofrezco el don de la Gracia eterna que acompaña vuestra resurrección en los dominios de la Eternidad, en las moradas de la felicidad.

 

… Silencio…

 

Vengo para invitaros a alimentaros de Luz, a beber de la fuente de la Verdad.

 

… Silencio…

 

Vengo para invitaros a lo que puede no ser conocido en el seno de este mundo, y que sin embargo vive en vuestro corazón.

 

… Silencio…

 

Vengo para invitaros, en este período de Pentecostés, a ser verdaderos, sin evasivas y sin falsas apariencias, con el fin de que todo lo que todavía puede resistir en vosotros al inefable, pueda ser consumido por el fuego del Amor.

No voy a pediros nada hoy, vengo a ofreceros simplemente mi don de Madre, mi don de Gracia.

 

… Silencio…

 

Porque es en el seno de esta Gracia que podéis amar a todos, cualquiera que sea su camino, cualquiera que sea su posición en el seno de este mundo.

Vengo a invitaros al Amor, no sólo incondicional sino al que tampoco depende de ninguna circunstancia, de ninguna forma, y sobre todo que no depende de ninguna persona.

Vengo a invitaros a vivir, a estar en la abundancia, en la plenitud.

Mis hermanas las Estrellas y yo misma, os invitamos a invitarnos, a celebrar con nosotras, tan pronto como podáis hacerlo, la Resurrección y la Liberación.

Por mi Manto Azul de la Gracia y por mi presencia en vuestro Canal Marial, por el don de la Teofanía, os invito en cierto modo a la comunión perpetua con vuestra eternidad. Esto no acepta ningún retraso, esto no acepta ninguna excusa.

Hay urgencia, más allá de todo tiempo y de todo calendario, a ser la Verdad. Hay urgencia a ser verdaderos, hay urgencia a no llevar más tiempo ninguna máscara, hay urgencia a no estar más tiempo en una función de teatro.

Hay urgencia para la humildad, hay urgencia para el Amor.

Todo el resto os aparecerá cada vez más como una fatuidad vana, no sólo ilusoria sino degradante para vuestra condición eterna.

Os invito a estar Aquí y Ahora, os invito a ver claro, y os invito, como mi Hijo, a la Paz eterna.

 

… Silencio…

 

Os invito a acogeros en vuestro templo interior, a reconoceros, a lavar vuestras ropas.

Os invito, finalmente, a este Femenino sagrado.

 

… Silencio…

 

Os invito a ser este corazón libre, este corazón encendido, este corazón en Amor.

 

… Silencio…

 

Os invito a dejar emanar en el seno de la Ilusión la realidad de vuestro esplendor, la realidad de vuestro Amor.

 

… Silencio…

 

Mi Manto Azul de la Gracia os es otorgado, en este mes de junio. Es vuestro salvoconducto, es vuestra muralla contra la Ilusión de este mundo, es sobre todo vuestra plenitud.

 

… Silencio…

 

En cada palabra y en cada silencio que pronuncio, se vive esta comunión en espíritu, esta Teofanía, estos signos indudables de que la Luz está ahí. Cualesquiera que sean las apariencias que representa vuestro mundo, cualesquiera que sean las escenas de teatro que proclaman la victoria del efímero, no os dejéis engañar, no os dejéis embaucar por ninguna sirena de este mundo. Dejaos llevar por la alegría eterna del Amor. No miréis detrás de vosotros, no miréis por delante de vosotros, no os asustéis por ningún ruido de este mundo, porque ningún ruido de este mundo puede alcanzar vuestro corazón.

 

… Silencio…

 

Os invito a celebrar estas Teofanías, aunque sean para vosotros espontáneas, y seguirlas a cada instante. Se trata de una comunión perpetua con la Verdad. Bendecíos los unos a los otros, amaos los unos a los otros y amad especialmente a aquellos que aún están perdidos y seducidos por las sirenas de este mundo.

 

…Silencio…

 

En el silencio es cuando se revela lo que es la Gracia, en el momento que os libera. Ha llegado la hora de resucitar en el Espíritu. No esperéis mi llamada colectiva para eso. Esto forma parte de las gracias, como la Teofanía, decididas por la Inteligencia de la misma Luz y que nosotros, pertenecientes a la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, apoyamos y acompañamos.

 

…Silencio…

 

Atreveos. Atreveos a romper el círculo vicioso del sufrimiento y de las ilusiones. Atreveos a ser, sin freno ni demora. Atreveos a ser.

 

…Silencio…

 

Dejad de tener y de creer. Detened vuestros conceptos para dejar establecerse el corazón libre.

 

…Silencio…

 

Os invito también al milagro de la Resurrección, al milagro de la verdadera Vida dentro de esta falsa vida, y este mundo, que ha sido alterado, volverá a su virginidad primera.

Vengo también a rogaros que prestéis atención a vuestra Madre, no porque sea indispensable, sino porque concurre indiscutiblemente a forjar vuestra alegría y vuestra libertad en las Moradas de Eternidad.

Mis amados hijos, las advertencias y los elementos que os he dado durante mi última intervención, encuentran hoy toda su justificación por la urgencia de la Verdad, por la urgencia del Amor.

La más bella de vuestras acciones, en este tiempo de la Resurrección, es dejar emanar vuestra Presencia, en silencio, sin ninguna reacción a este mundo y sus sufrimientos. Afirmad vuestra libertad, afirmad vuestra Presencia, afirmad vuestra eternidad siendo lo que sois. No hay nada más que hacer; no hay ni trabajo ni esfuerzo, solo la comodidad y la seguridad que viene a borrar todos los condicionamientos ilusorios de la materia, de este mundo, para que la verdadera Vida encuentre su lugar auténtico por la Ascensión de la Tierra y por vuestra liberación.

 

…Silencio…

 

No vengo a pediros nada para mí o para la Luz o para la Confederación; vengo justamente a solicitar vuestro Amor y vuestra Presencia porque es así como seréis justos y verdaderos, porque es así como se forjará vuestro pilar de Luz y se desplegará vuestra eternidad.

 

…Silencio…

 

Sea cual sea la gravedad ilusoria que tiene que vivir este mundo, mirad cómo os llega cada vez con más frecuencia, a veces por sorpresa, el vivir este corazón y su Paz, contrastando de manera evidente con vuestra vida de antes, con vuestra historia dentro de este mundo. ¿No es ese el único bálsamo verdadero?, ¿no es ese el único Amor digno y verdadero? Todo lo demás es pasajero, nace y se muere. Vosotros no estáis afectados por eso. Mi Hijo os lo ha repetido: “dejad a los muertos enterrar a los muertos y sed verdaderos”. Eso no quiere decir que os apartéis de vuestros hermanos y hermanas que sufren o están en oposición o en ignorancia de lo que son, pues podéis ayudarlos siendo vosotros mismos, teniéndolos en vuestro corazón en el silencio y no por las palabras, porque las palabras tranquilizadoras de lo efímero, no bastarán -ya no son suficientes.

Vuestra presencia amante, vuestras Teofanías, ya sean espontáneas, ya sean todavía poco frecuentes, son oportunidades privilegiadas para daros cuenta que incluso lo que podéis llamar en lo efímero, “vuestro peor enemigo”, es de hecho una faceta de lo que sois. No se trata de un concepto, no se trata de una creencia, sino de la Verdad que os corresponde experimentar y vivir.

 

…Silencio…

 

Tanto si estáis despiertos y liberados, como si estáis dormidos y apartados de mí, eso no cambia nada. Vosotros sois y nosotros somos, suficientemente numerosos por nuestra Presencia, por nuestra Radiación, para aligerar los pesos de este mundo, y para reparar, por nuestra simple presencia amante, el eje de la Luz y la verdad de la Luz, no la de la cabeza, que no es más que una ilusión, sino la del Corazón.

 

…Silencio…

 

Las tribulaciones humanas, os lo he dicho y mi Hijo lo ha confirmado, están en vosotros. Y es a través de la pérdida de vuestras referencias habituales -íntimas, familiares o generales de la Tierra-, como os descubriréis soltando lo que está muerto, lo que muere. Vosotros no sois nada de lo que muere, vosotros sois la Vida, pero esa Vida no está amputada de vuestro Espíritu, como es el caso de este mundo. No tenéis nada que pagar; la Vida es don. Basta con que os entreguéis a la Vida, para poner fin y saldar vuestras cuentas, porque no debéis nada a la Ilusión, porque debéis todo a lo que sois.

 

…Silencio…

 

Vengo también a invitaros a la generosidad del corazón que emana e irradia como el Sol, sin distinción de forma. El Sol abreva cada conciencia de la Tierra, no juzga lo que es digno o indigno de recibirlo. Da libremente y por igual.

De la misma forma, en la felicidad de vuestro corazón y en la Teofanía, vosotros os dais a vosotros mismos a partes iguales, a cada uno de vuestros hermanos y hermanas, sin establecer diferencias según el valor de cada uno. Porque, en definitiva, a pesar de las apariencias, cada uno tiene el mismo valor, el del Amor, que no puede medirse, que no puede calibrarse.

 

…Silencio…

 

Como os he dicho la última vez, volveré -y lo anunciaré-, cuando sea útil para vosotros, bien sea en relación con los eventos humanos o los eventos celestiales o los eventos de la Tierra para invitaros, en esos momentos especiales que se produzcan, a permanecer firmemente en la Alegría y en la felicidad, porque es así como ayudáis mejor, porque es así como el Amor se convierte en un bálsamo, incluso para el que está apartado o lo rechaza.

 

…Silencio…

 

Hoy, como segundo integrante de la Tri-Unidad, es exclusivamente mi corazón de Madre, el que os habla.

 

…Silencio…

 

Vengo a repetiros y a afirmaros que los tiempos se han cumplido, que ha llegado la hora de aniquilar el tiempo.

Es esta mi Llamada que acogeréis, lo espero, un número de seres cada vez mayor, en estado de comunión y de felicidad donde ningún miedo a lo desconocido pueda bloquearos o limitaros.

 

…Silencio…

 

Entonces sí; celebrad.

 

…Silencio…

 

Cantad, reíd y danzad, por la alegría de vuestra Resurrección y la Vida eterna.

Vengo a invitaros al silencio interior, a la oración del Corazón, una oración de acción de gracia y de estado de Gracia que canta las alabanzas de la Luz y de la Verdad, sin preocuparse por las circunstancias especiales, porque la Luz es como el Sol, ella abreva a todos y cada uno, con la misma intensidad. El resultado es diferente de momento, mientras mi Llamada no ha tenido lugar, pero eso cambiará rápidamente porque el mayor de los depredadores, solo podrá convertirse en un cordero inocente.

No subestiméis el poder de la Luz en su redención final. Por eso, no os corresponde juzgar a nada ni a nadie, sino simplemente, ver claro. Es así como encontraréis, vosotros también, vuestro Femenino Sagrado ahora. No se trata más que de un acto de co-creación consciente, pero un acto de madre, porque sois a la vez, mis hijos, pero también mis padres, responsables de cada Luz en la Tierra -que está en vosotros, os recuerdo.

Sed amantes, aunque os cueste y aunque se os escape. No penséis nada más que en amar; todo lo demás se borrará, todo lo demás, desaparecerá. No tratéis de comprender los pormenores y los condicionamientos; estad en ese Amor sin causa y sin razón, hacia la naturaleza, hacia las flores, hacia cada hermano, cada hermana, cada desconocido y hacia cada hermano o hermana que os parece servir lo que es opuesto a la Luz, pero que, en última instancia, sirven como vosotros a la Luz, aunque no lo veáis.

 

…Silencio…

 

Hijos míos, es la hora de la Verdad, la hora de lo real. No es la hora de los engaños, de las ilusiones, de los fantasmas o de los sueños; es la hora de la densidad de la Luz que os conduce a la Ligereza, donde ninguna carga puede pesar, donde ninguna mentira puede alterar.

 

…Silencio…

 

Mi Presencia en este día, no está destinada a abrevaros de palabras, ni a poneros en guardia, ni a preveniros, sino simplemente a que viváis el Amor juntos, en el corazón de cada uno.

Ahora es el momento de alejaros, una gran parte, si os es posible, de todo lo que concierne a este mundo, ya sea del espectáculo de los que se oponen a la Luz y quieren manteneros en las redes de la Ilusión, ya sea del espectáculo de las agitaciones, en diferentes naciones. La Luz os invita y os invitará cada vez más intensamente, a ser vosotros mismos, a no proyectar nada en este mundo y solamente emanar vuestra Luz, y a no esperar nada más que ser lo que sois.

Es hora de ser verdaderos. No hay ninguna puerta de salida hacia la mentira, solo hay una puerta de entrada a la Verdad. Dondequiera que os volváis, no podréis escapar de la Verdad; dondequiera que estéis, no podréis escapar a lo que sois en verdad.

Mi corazón de Madre, en este día, en la hora y en el lugar en que me leáis o me escuchéis, recibiréis la misma bendición, la misma Luz y el mismo Amor, porque este Amor no está condicionado ni por el tiempo ni por el espacio, ni por la distancia, ni incluso por el error.

 

…Silencio…

 

Entonces, roguemos juntos, cada uno de nosotros en la misma Unidad y en la misma Verdad.

 

…Silencio…

 

Dejad a vuestro corazón arder de Amor: dejad que consuma lo que pueda quedar de sufrimientos, de creencias o de ilusiones.

 

…Silencio…

 

Estoy con vosotros ahora y siempre en la Eternidad.

 

…Silencio…

 

Callaré ahora mis palabras y dejaré la palabra, en unos instantes, al Arcángel Mikaël. Él os anunció que surcaría la tierra y sembraría las aguas; es hora de sembrar vuestra tierra y vuestras aguas, realizando la fusión de los Éteres, finalizando la activación de vuestro cuerpo de Êtreté, y la activación del vehículo interdimensional, que aparece dentro incluso de la Ilusión concurriendo a poner fin a sus velos ilusorios.

Bendigo a cada uno de vosotros en este instante.

 

…Silencio…

 

Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.

 

…Silencio…

 

Y me uno a mi Hijo, me uno a Cristo, para aportaros nuestra bendición común dentro de vuestros corazones unidos, el del Hijo y el de su Madre, porque ahí está la perfección, incluso todavía, dentro de este mundo, aunque eso sea ilusorio, porque ella es el reflejo de la verdad de la Luz.

 

…Silencio…

 

Id en Paz.

 

…Silencio…

 

Vosotros sois la Paz.

Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, y os avisaré antes de volver a vosotros en otro entorno.

 

…Silencio…

 

Estoy con vosotros siempre. Has muy pronto. 

 441

  

URIEL JUNIO DE 2017

Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Bien amados Hijos de la ley del Uno, comulguemos juntos, unos instantes, en el silencio del corazón y de la Eternidad.

…Silencio…

Hoy vengo a ti, en el silencio de tu eternidad, para ayudarte a descubrirte, para mostrarte lo que eres, para que lo seas, y esto, para siempre. Así que escúchame y óyeme en el silencio de tu corazón. Vengo a depositar la gloria del Uno, ahí donde te encuentras de toda Eternidad, y ahí donde nunca apareciste ni desapareciste, ahí donde está tu verdad. Acógeme como te he acogido en las moradas de la Eternidad.

Descansa en tu seno, descansa en las profundidades de lo que eres, ahí donde no hay fin, ahí donde no hay principio y ahí donde todo sólo es Felicidad, Felicidad y éxtasis. En este instante, dondequiera que estés, te invito a ser tú mismo más allá de toda apariencia, de toda carne y de toda forma.

Vengo a cantar el canto de tu resurrección, el que acompaña al sacrificio de este efímero que te ha hecho esperar tanto y que al mismo tiempo te ha engañado tanto sobre la finalidad de lo que vives en este mundo. Ábrete, abre de par en par lo que eres y deja ser lo que no necesita parecer, y deja ser lo que nunca puede desaparecer.

Entonces, en el templo del Único, en el templo de cada Uno, deposito el canto de la Felicidad, el canto de la Resurrección, tal y como lo anuncia tu liberación. Entonces mira ahí donde me encuentro, ahí donde estás conmigo y ahí donde eres el Único, ahí donde sólo el Amor está presente, el Amor que lo es todo, en todo mundo como en toda vida, incluso en el seno donde tus pies todavía están puestos, en esta dimensión.

Vengo pues a cantar el canto de la Resurrección, que precede por poco el anuncio hecho por el cielo y la Tierra de tu liberación. Los tiempos se han cumplido y ha llegado el momento de poner fin al tiempo, de poner fin a la ilusión y su desarrollo.

Tú, que no conoce ningún tiempo, ningún espacio, siendo a la vez cualquier tiempo y cualquier espacio en cualquier morada donde te encuentres, reconócete en este canto de Amor y de Resurrección, reconócete en la verdad de tu liberación. Y canta, canta el canto del Silencio, y baila la danza de la inmovilidad, la que te permite estar a la vez aquí y en otra parte, y en cualquier parte al mismo tiempo, sin estar fijado en ninguna parte, estando presente en cada conciencia, en cada mundo como en cada dimensión, trascendiendo entonces el principio de la forma, uniéndote con la esencia de lo que eres. Entonces, puedo decírtelo, tú, el amigo y el amado, únete a ti ahí donde todo es sólo belleza, ahí donde todo canta la gloria de la Vida, la gloria de la Verdad y la gloria de la Eternidad.

Acógete como te acojo en mí, acojámonos cada uno dondequiera que estemos, de cualquier dimensión que vengamos, porque somos la misma esencia, la misma danza y la misma vida. Entre nosotros, no hay ninguna barrera, entre nosotros no existe ningún límite porque todo es infinito, todo es vasto, más allá de toda percepción de distancia. Todo está aquí, ahí donde me encuentro y ahí donde te encuentras. En este espacio, no hay ningún sitio para la menor diferencia, no hay ningún espacio en el seno de esta inmensidad para la diferencia, no hay ningún espacio para el sufrimiento. Ahí donde está la Esencia, ahí está la Verdad que eres, más allá de toda apariencia, más allá de todo sufrimiento.

Reconócete. Ha llegado el momento de responder a la llamada, ha llegado el momento de encontrar de nuevo tu eternidad, ha llegado el momento de no mirar detrás de ti, porque ningún pasado puede frenarte, porque ninguna condición puede limitarte a partir del momento en que aceptas ver lo que es verdadero. No necesitas ni tu cerebro, ni tus sentidos, sólo necesitas estar ahí, en total transparencia y en total evidencia.

Te acojo en lo más profundo de mi corazón, como me has acogido en lo más profundo de tu corazón. Nos unimos así en el corazón del Único, nos unimos así para la Eternidad, por la gloria de la Vida y por la gloria de la belleza. Así es el canto del Amor, así es la Verdad. Ella no admite nada incompleto, no admite ninguna diferencia y sin embargo, hay tantas formas en los vastos mundos, en los vastos universos y multiversos que estás llamado a encontrar de nuevo, poniendo fin al sufrimiento y a la ilusión, poniendo fin a las apariencias, a las falsas apariencias y a la ilusión.

Así que alégrate, con la Felicidad del niño que no se pregunta sobre mañana y que nunca mira atrás, sumergido en el instante, sumergido en la Eternidad. Estás ahí y estoy ahí. Somos Uno, unidos y juntos. No hay distancia, no hay diferencia, sólo la evidencia de nuestra danza Una, sólo la evidencia del silencio. Únete a mí para unirte a ti, para que te aclame durante tu paso, para que sea el faro de tus noches ilusorias, dándote a vivir la Verdad del día infinito que no acaba y que nunca acabará, ahí donde el alba no necesita levantarse y donde la noche no necesita aparecer, ahí donde el ciclo de los planetas no interfiere con tu libertad y no te limita a la experiencia que sea, pero ofreciéndote en la misma danza y la misma ronda la plenitud de lo que eres.

Entonces tú, el amigo y el amado, únete, únete a lo que eres. Te esperamos todos. La Creación entera canta contigo el canto de tu liberación, los Ángeles se inclinan cada día y a cada instante ante ti, ante tu corazón que no conoce la persona, que sólo reconoce el Amor, que sólo vive el Amor y que es Amor.

Oye, oye lo que es, oye lo que se vive, oye lo que pide tu eternidad a tu efímero, y no tomes en cuenta más las peticiones de este mundo. Únete, únete ahí donde todo es fácil y todo es ligereza. Aléjate de lo que es pesado y cargado. Transfórmalo por tu brillo y tu Luz, por tu verdad y tu canto. Déjate elevar a las Moradas de la Eternidad. Nada puede resistir a esta Ascensión y a esta Libertad. Nada puede oponerse a lo verdadero y a lo verídico.

Escucha, escucha lo que te dice tu corazón en este instante. Escucha lo que canto en ti que no es nada más que el canto de tu liberación, el canto de tu eternidad. El Verbo anima lo que hace mucho tiempo era inaparente y que parecía que había que buscarlo a tu alrededor en el seno de este mundo y que sin embargo, lo has vivido, no has encontrado ninguna salida en el seno de lo que vives en este mundo y que sin embargo, has buscado tanto.

Hoy, te lo digo, ha llegado la hora de la liberación. No hay que buscar nada más, no hay que esperar nada más, sólo está la celebración de la Felicidad, la celebración del Amor, la celebración de la Eternidad. No te gires a ninguna otra parte que dentro de ti. Ni pasado ni futuro, todos los tiempos están inscritos en este instante, ahí donde se resuelve la ecuación, ahí donde se resuelve lo improbable que se vuelve certeza y evidencia. Te invito a esta danza, dondequiera que estés en este planeta. No hay obstáculos, no hay fronteras, si no es en tu cabeza. No hay distancia entre los universos y los multiversos, no hay separación en la Libertad. Sólo hay lo que eres, y lo que deseas crear, y lo que deseas des-crear en la libertad total de lo que eres.

Entonces, no dudes, déjate llevar, déjate ser para que nunca más aparezcan unas lágrimas de llanto o de pena sobre tu cara. Tu cara de gloria no conoce esta humedad. Sólo conoce el calor del corazón y el Fuego del corazón, ahí donde la Vida baila en total libertad y no es comprimida por ningún elemento, sea de donde sea o venga de donde venga. Te invito a la Felicidad, al banquete y al festín de la Felicidad, ahí donde no puede existir la menor carencia, ahí donde no puede existir la menor pregunta, porque en ti, eres la respuesta al igual que eres la Vía, la Verdad y la Vida.

Te invito a ser más allá de toda apariencia. Te invito a ser más allá de toda palabra, más allá de todo discurso, más allá de todas tus ideas, más allá de todas tus esperanzas, porque incluso en tus esperanzas más locas, jamás has podido sospechar que la Verdad sea mucho más grande que la más grande de tus esperanzas.

Así que no desesperes nunca más, porque todo se ha cumplido. Ha llegado el momento de salir de lo que sufre, ha llegado el momento de salir de las falsas apariencias, ha llegado el momento de no estar más limitado por una forma ni por una identidad, porque como tal vez lo vives o como lo vivirás, eres cualquier identidad, venga de donde venga o sea de donde sea. El mundo está en ti y el mundo eres tú. Por supuesto no hablo de este mundo, sino del mundo de la Verdad, del mundo de la belleza y del mundo de la Eternidad, donde todas las formas son posibles y ninguna sombra puede ser proyectada, y ninguna sombra puede aparecer, porque todo ahí es Luz, todo ahí es abundancia y todo ahí es perfección.

Dondequiera que esté tu morada, en lo que haya que vivir más allá de este mundo, que sepas que tu morada es la morada de cada uno, que no hay ninguna propiedad, que no hay ninguna pertenencia. Sólo hay unas resonancias que vienen de tus linajes, de tu origen, pero éstas también se armonizan y se unifican en el seno de la fusión de los Éteres, en el seno del Único.

Tú, Hijo Ardiente del Sol, escucha, escucha el canto de tu ser, escucha el canto de tu planeta, que se levanta en algunos lugares para elevarse hacia el cielo y unirse con lo que viene y lo que es. Detente, y sobre todo descansa. No sufras más, no te interrogues, estate simplemente presente, simplemente ahí, dónde está tu verdadero sitio que es todos los sitios. No estés limitado por nada que viene de este mundo donde todavía estás, porque pronto descansarás más allá de este mundo, ahí donde está la Verdad. ¿Qué tienes que acometer? ¿Qué tienes que buscar en el seno de esta Verdad que no esté ya revelado y ya adquirido? Te basta simplemente con girar tu mirada hacia lo que siempre fue y que siempre será.

Entonces, en este instante, nombro para ti el Paracleto, llamo al Espíritu de la Verdad, llamo tu Espíritu a ser lo que soy, para ser lo que eres. No pongas ninguna distancia, no pongas más diferencia, no nombres más, porque no necesitas ser nombrado, sólo necesitas reconocerte, más allá de toda idea, de toda forma y de toda pregunta.

En este instante, dondequiera que estés, te invito a dejar ir lo que se ha ido y lo que no puede permanecer en el seno de la Eternidad. Te invito a dar gracias a la Vida, te invito a dar gracias al Amor porque es lo que eres. Entonces, ríndete gracia a ti mismo, perdónate lo que todavía piensas que tienes que perdonarte a ti mismo o a cada uno de este mundo. Concede tu perdón y concede tu paz a todo lo que tu mirada cruza, a todo lo que tus pasos pisan. No hagas ninguna diferencia entre las formas, entre los reinos, aquí mismo en este mundo.

Entonces, tú, el amigo, tú, el amado, mira, mira ahí donde no se necesitan ojos, ahí donde no se necesitan sentidos, ahí donde sólo está la Evidencia. Aliméntate para no tener hambre nunca más. Bebe para no tener sed nunca más, para no necesitar nada, porque todo ya es ofrecido, incluso antes de que lo expreses, en las moradas de la Libertad. ¿Cómo quieres todavía, viviéndolo, entreviéndolo o instalándolo, permanecer en el seno de la ilusión? Quédate de todos modos en este mundo hasta el final de la ilusión, pero la ilusión finalizó para ti en cuanto tu corazón haya resonado en la Teofanía, en cuanto tu corazón se haya elevado hacia la Verdad.

Mira, pronto tendrás la posibilidad de ver desde otro emplazamiento lo que este mundo es, lo que tu persona es, porque nada debe permanecer oculto con el fin de que te establezcas en la Eternidad con el corazón ligero, sin remordimientos ni arrepentimientos, sin apegos, y sobre todo en Libertad. Deja, deja de buscar, deja de recorrer los inútiles senderos del conocimiento porque todo está ya depositado en ti y ha permanecido intacto desde el inicio de este mundo, desde el inicio de esta ilusión.

Acuérdate: no tienes que hacer nada, no tienes que poseer nada, no tienes que conocer nada que no esté ya presente en ti. Te basta simplemente con mirar en tu profundidad, te basta simplemente con ser justo y con ser verdadero, no en lo que crees, sino en la calidad y en la cantidad del Amor que emana de ti naturalmente. Así, irradias el esplendor y la belleza, sin ningún deseo y sin ninguna voluntad, porque es tu naturaleza y es tu esencia. Te invito a salir de todos los fenómenos para entrar en el numen, para entrar en tu eternidad, sin volver atrás y sin mirar atrás hacia lo que está muerto y lo que es falso.

Te invito a la más grande de las ligerezas. Te invito a no dejarte abusar por los que te encadenan a las circunstancias y a las costumbres de este mundo, te invito a estar de pie, te invito a ser humilde, te invito a ser pequeño, para ser la inmensidad, para ser la totalidad de la Verdad.

Entonces, ¿a qué esperas, a qué esperas para ser la Verdad? ¿A qué esperas para no depender de nada viniendo de tus pensamientos, de nada viniendo de la historia, de nada viniendo de tus costumbres? Te invito a la ligereza sin igual que nunca puede ser comparada, que nunca puede ser encontrada en el seno de este mundo, en ningún placer y en ningún éxito. Ahí de dónde vienes y ahí donde estás, en profundidad y en verdad, no hay nada que conquistar, no puede haber ninguna falta, no puede haber otra cosa que la Vida, no puede haber otra cosa que la Verdad.

Entonces, deposito en ti todo lo que ya está ahí, alumbrándolo tal vez con agudeza y con intensidad. Tú, el amigo, el amado, al que le ha llegado la hora del despertar del Juramento, al que le ha llegado la hora de su resurrección, no puedes ignorar lo que es la Verdad. Sólo depende de ti apartarte de lo que sólo pasa, para que nunca más vuelvas a pasar por las redes del sufrimiento, por las redes del encierro. Nunca más te será impuesto. Nunca más volverás a hacer lo que has hecho ya que por fin vuelves a encontrar la Libertad y descubres que todo siempre fue perfecto, más allá de los juegos, más allá de los sufrimientos de este mundo. Reencuéntrate, apacíguate, asiéntate. Estoy ahí, te miro.

Déjame estar ahí, simplemente ahí, en tu corazón y en tu pecho. Déjame cantar contigo el canto de tu liberación. Déjame cantar contigo el silencio de tu eternidad.

Tú, que estabas ya presente antes de cualquier forma, de cualquiera dimensión, tú que siempre has estado vivo, me dirijo a ti. Estás vivo, has renacido. Siente, siente esta felicidad y una vida nueva que sube en ti, que no puede ser comparada con ninguna verdad de este mundo que sólo pasa, entendiendo así y viviendo así que ahí está la única Verdad. No te dejes abusar más por las bajezas de este mundo. Gira definitivamente tu mirada a ti, ahí donde la iluminación de este mundo te aparecerá por lo que es: los oros y los brillos que sólo son unas baratijas que únicamente pueden seducir pero nunca convencer, sean cuales sean las apariencias.

En este cuerpo está el templo de la Eternidad. En este cuerpo donde todavía estás, tu conciencia ya sabe que tiene todos los sitios y que no puede estar limitada a ningún sitio, y que no puede estar limitada a ninguna dimensión.

Escucha, escucha y oye lo que te digo. Escúchalo y óyelo directamente en tu corazón. Y ahí, tu corazón se tensa hacia el infinito de nuestra Presencia Una para ser soltado y para ser perfecto, porque siempre lo fue, porque siempre fue así en la Eternidad. Es lo que eres, lo que fuiste y lo que serás, sean cuales sean los sufrimientos que has podido experimentar en este mundo. Te invito al Amor que no depende de ninguna forma, ni de ninguna atadura. Te invito al Amor que se encuentra en ti y que es lo que eres. Te invito a ser más allá de toda apariencia, te invito a ser más allá de toda condición. Te invito a ser más allá de toda historia. Te invito a ser más allá de todo guión. Te invito a ser más allá de todo haber. Te invito por fin, a ser la Verdad que eres.

No escuches lo que todavía puede decirte a veces tu cabeza, y sigue a tu corazón, en lo que te proponga y te demuestre, en lo que te enseñe, en lo que te dé en cada soplo. No te dejes abusar más por nada perteneciente a este mundo. Vive tu vida desde lo más profundo que puedas vivirla, y mira como lo que eres, incluso en el seno de este mundo, logra transformarse, sin quererlo y sin esfuerzo, sin dificultad, con evidencia, a partir del momento en que te asientes con solidez ahí donde siempre has estado.

Te invito a unirte contigo para siempre, te invito a no parecer más aquí mismo, a permanecer firmemente establecido aquí mismo, y simplemente a dejar de ver las diferencias entre cada Uno. Ve, ve en tu corazón que cada uno está ahí presente. Vívelo, percíbelo y siéntelo, mostrándote que el otro es tan importante como tú, incluso en la denigración, incluso en la oposición. Todo esto sólo es un juego, todo esto sólo es un sufrimiento que pasa, todo esto sólo es el juego de la conciencia encerrada.

Hoy, descubres que no podrá haber el menor encierro en la libertad de ser, en la libertad de tu corazón. Está al opuesto de lo que has vivido en este mundo, está al opuesto de lo que has podido experimentar. Los tiempos se han cumplido, los tiempos han llegado, el tiempo se ha abolido.

Tienes la capacidad de vivirlo en ti, sin demora y sin espera. Entonces, ¿a qué esperas para estar aquí en totalidad? Entonces, ¿a qué esperas? Sonríe conmigo. Que tu mirada brille por la Luz de tu corazón. Que tus manos sostengan tu corazón en cada gesto, que tus palabras lleven el Verbo en cada expresión. Que tu cuerpo sea este templo que irradia la Luz transmutada y regenerada, dándote el acceso a tu otro cuerpo, el que nunca te dejará y te permite experimentar cada uno en cada dimensión, cada uno en cada mundo.

Deja exultar tu corazón, no reprimas lo que eres. No te dejes abusar más por las últimas sirenas de tu mente, por las últimas reivindicaciones de tu persona. No hay nada más que buscar porque no hay nada que encontrar fuera de ti. Afuera sólo se encuentra la apariencia, la pacotilla, los oros y los dorados que tal vez te han seducido, y que sin embargo no son nada comparado con el oro de tu corazón, comparado con el oro del Amor. Ha llegado el momento de entrar en ti, ha llegado el momento de volver a tu casa, ha llegado el momento Del que viene, ha llegado el momento de La que te llama, ha llegado el momento de reencontrarte en tu entereza, en tu totalidad.

Entonces, el amigo, el amado, acógeme todavía más, no cierres nada, déjate atravesar en la transparencia y la Evidencia, déjate llevar por tu corazón, déjate vivir por la vida del Eterno. Ahí donde estás, en este Corazón del Corazón, no hay ningún contrato, no hay ningún límite, no hay ningún compromiso, si no es el de ser verdadero, hagas lo que hagas y vivas lo que vivas. Que descanses más allá de la Fuente, que te vuelvas la Fuente o que te vuelvas la forma que sea, en la dimensión que sea, todo esto es Único, todo esto es Uno, a diferencia de tu mundo, que no es el tuyo y que te ha encerrado.

Entonces tú, el amigo y el amado, déjate devorar por el Fuego de la pasión del Amor, déjate devorar por la Felicidad eterna, deja que se consuma lo que debe desaparecer. Déjate ser.

Entonces, el amigo, el amado, vive, vive lo que tu corazón es, sin límite, sin freno. Atrévete, atrévete a aparecer por fin en tu desnudez, libre de cualquier conocimiento, libre de cualquier haber, en la desnudez de la infancia, en la desnudez de la virginidad que no conoce ninguna mancha y que no tiene ninguna idea de lo que es contrario a la Verdad.

Te invito también a llamarme, a nombrarme, a acogerme cada día, yo el que lleva el mensaje de tu resurrección, el que viene a mirar lo que sucede en ti en cada minuto, en cada soplo de este tiempo que finaliza.

Asiéntate todavía más profundamente, deposita tus fardos en este mundo. Ahí donde estás, ahí donde te diriges, no hay ninguna posibilidad de fardo, de peso o de equipaje, ya que todo está en ti. No hay nada que pensar, no hay nada que preparar, sólo hay que estar más allá de toda apariencia y más allá de todo deseo.

Entonces, el Verbo de Vida nace desde tu corazón y sopla en silencio, a la cara de este mundo, la Verdad inefable. Nadie puede oponerse a ello, nadie puede sustraerse a ello.

Tú, el amigo y el amado de toda Eternidad, tú, el amigo y el amado de cada instante, de cada presente, sonríe con la sonrisa del justo, sonríe con la Felicidad de tu corazón, sonríe a lo que se aleja, sin arrepentimientos y sin remordimientos. Aligérate, porque el Amor es ligero. Sé sonriente, porque la Luz es sonrisa. Déjame vivir contigo el corazón a corazón en el Corazón del Corazón. Déjame estar en tu sitio como te cedo mi sitio, porque entre mi sitio y tu sitio, no hay distancia, no hay la menor diferencia; y sin embargo, cada uno tiene su sitio. Esto, no puedes comprenderlo, esto, no puedes entenderlo, sólo puedes averiguarlo, sólo puedes cumplirlo porque se ha cumplido de toda Eternidad.

Entonces, elévate por encima de toda apariencia. Entonces, elévate más allá de toda forma. Permanece aquí, y sin embargo, esto se vive, porque en el corazón no necesitas tus referencias de este mundo, porque no hay ni alto, ni bajo, ni dentro, ni fuera, ni exterior, ni interior. El tiempo no fluye, el tiempo no se despliega, el tiempo no avanza, porque el tiempo es desconocido, porque el espacio es desconocido, a partir del momento en que aceptes esto.

En tu corazón lo está todo, a partir del momento en que tu persona no es nada. Déjate ser, suelta cualquier haber, deja detrás de ti cualquier conocimiento que sólo puede estorbarte y ralentizarte. Mira, mira lo que es, mira la felicidad del Amor, que es tu corazón y que es lo que eres.

…Silencio…

En el silencio de este instante, te invito a ser verdadero, tú que eres verídico, tú que estás ahí en la Eternidad, tú que estás ahí conmigo. Entonces, te corono con el canto de la Gracia. Entonces, te corono con la corona de Gloria.

Tú, el amigo y el amado, siente la dulzura y la potencia de la Verdad, siente la intensidad de este Amor sin fin que no puede ser atado, ni ser limitado. Ven conmigo, te llevo hasta ti. Estás reanimado a la nueva vida desde este instante. Acéptalo porque esto te pertenece, es lo que eres. Deja el ardor de tu corazón comunicarse con cada uno a tu alrededor. Deja el ardor de tu corazón consumir las últimas reticencias en ti como a tu alrededor. Eres esta felicidad, todo lo demás no representa nada más que unas ilusiones y unos sufrimientos a la espera.

Tú, no tienes nada que esperar. Todo es ya perfecto en lo que eres, más allá de todo haber y de toda apariencia. Entonces escúchame. Lo que te digo ahora, lo que digo a tu corazón, no necesita palabras, no necesita frases, esto es, simplemente, en este instante.

…Silencio…

Mi amigo, mi amado… mi amigo, mi amado, oye lo que te digo en tu intimidad, en tu presencia.

…Silencio…

Entonces, en tu corazón, desciende el Espíritu de la Santidad, el Coro de los Ángeles, a lo lejos, en este silencio. Tu corazón se eleva hacia las Moradas de la Eternidad, hacia las Moradas del Éter verdadero.

¿A qué puedes estar todavía atado si no es a tu libertad? ¿A qué puedes estar encadenado si no es a tus ilusiones, a lo que sólo pasa?

Mi amigo, mi amado, sonríe. Estoy contigo, Aquí y Ahora. Abre tus manos y recibe lo que es tuyo.

…Silencio…

¿Qué más puedes necesitar en lo que está ahí? ¿Qué puedes buscar cuando te has encontrado? Estás ahí donde todo es completo, donde todo es perfecto, donde todo es verdadero. ¿Necesitas algo más? Hazte esta única pregunta: ¿qué puede faltar en este Amor?

…Silencio…

Mi amigo, mi amado, tú que eres el amigo y el amado, el Espíritu de la Verdad te llena sin parar. El Espíritu de la Verdad es la alegría de tu corazón.

…Silencio…

Tú, Hijo del Único, ha llegado de momento de callarme, para dejar hablar mi corazón en tu corazón, ahí donde todo son señales, ahí donde todo es Evidencia. El resto no tiene importancia.

Te bendigo tres veces, en nombre de Cristo, en nombre de María, y en nombre de Mikaël.

Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión, y en tu corazón, soy tú.

Sé bendecido, y ve en Paz a la Libertad.

Adiós, hasta siempre. Permanezco ahí, en tu corazón.

  

HERMANO K Junio 2017

Soy Hermano K, hermanos y hermanas en humanidad, si así quieren, pongámonos juntos y démonos la bienvenida. Honro y saludo vuestra Presencia.

…Silencio…

Así como ya lo han dicho muchos intervinientes; hemos entrado de lleno en el momento de resolución de la ecuación de este mundo, si puedo decir. Permitidme en primer lugar, en este tiempo de revelación, de revelar a los que no me han aún reconocido, de quién fui en mi última encarnación, entre vosotros. Fui Jiddu Krishnamurti. Y bien antes, fui aquel llamado Jesús.

Así, como quizá ya sabéis, si conocéis mi historia de mi última vida, fui reconocido muy joven por algunos seres, que vieron por supuesto, más allá de las apariencias, quién soy. Como también sabéis, renuncié rápidamente a formar parte de cualquier organización. Tuve la ocasión de vivir un duelo terrible de muy joven, los velos, no de la memoria, sino los que me enmascaraban la Verdad, desaparecieron en ese momento.

Evidentemente siempre rechacé en mi última encarnación esta herencia, no porque no la reconocía, sino más bien para no falsear, si puedo decir, esta especie de veneración y adoración que me era muy molesta respecto a lo que yo veía.

Quizá, si habéis tenido la ocasión de oírme o leerme cuando estaba encarnado, siempre traté de salir de todos los condicionamientos y conocidos posibles. Por supuesto lo que cree fue; la preparación a lo que esta aquí, ahora, y que se celebra desde que me fui. Entonces, lo que tengo que decir es un poco largo, por otro lado se me ha sido pedido responder a vuestras preguntas acerca justamente de la realidad histórica, que ha sido tan tergiversada por aquellos que precisamente, crearon las ordenes después de mi venida.

En primer lugar, como ha sido enunciado en múltiples ocasiones, desde ahora hace exactamente tres meses os ha sido dado vivir, comprender, aceptar o  rechazar, que la Tierra vive precisamente lo que fue enunciado y anunciado desde tiempos inmemoriales. Como sabéis, todo sobre esta tierra está hecho para haceros olvidar, no solamente quiénes sois, sino también toda historia que os podía proporcionar un hilo conductor, y os llevara a la Verdad. Vengo entonces, para aquellos de entre vosotros hoy, les sea necesario, de establecer la verdad sobre la encarnación que viví.

Lo que tenéis a vivir es efectivamente, lo que fue ilustrado por mi muerte y mi Resurrección, es decir, la Crucifixión. Es decir, de entender y vivir la vanidad de este mundo y de creer o esperar que los Reinos celestiales habían puesto las condiciones del encierro de la Tierra. Evidentemente, eso es imposible porque el mundo es interior, y lo que veis en la pantalla de vuestra vida, no es más que la interacción de los mundos personales e individuales, que no dependen del ego, sino de la presencia del Espíritu, y también del alma hasta ahora presente.

Así de manera progresiva, el olvido fue apareciendo y ha sido reemplazado por unas órdenes, donde afortunadamente algunos hermanos me imitaron tanto que se convirtieron en mí, no como Jesús, sino como Cristo. Fue en Occidente donde los que llamáis santos, que perteneciendo a algunas ordenes, lograron encontrar su Corazón y su Verdad, dentro de las mismas. Obviamente sus mensajes también han sido relativamente modificados, para no permitir la identificación de cada uno de vosotros al Cristo. Es ahí donde apareció la noción de un salvador exterior a vosotros, de un salvador que debe venir al final de los tiempos para salvaros.

Sabéis pertinentemente que no es así, y que solo vosotros mismos os podéis salvar, mientras os creáis que todavía hay algo a salvar. Lo que hay a salvar no puede ser perdido, siempre ha estado ahí, es el Espíritu de Verdad, ha estado simplemente ocultado, tapado por la historia que ha sido alterada, por el encierro del mundo. Y a pesar de la siembra de la Tierra por la Matriz Crística, durante mi muerte sobre la cruz y mi resurrección, fue muy fácil engañar a  la humanidad y confundir a los investigadores a través de escenarios improbables y de las historias exteriores que nada tienen que ver con la verdad de lo que he podido decir.

Evidentemente que sea en los Evangelios que conocéis o en los Evangelios apócrifos, existen descripciones reales de lo vivido en esa época, pero que sin embargo, han sido disfrazados en su finalidad. Recordad que las fuerzas opuestas a la Luz no pueden crear nada, solo pueden desviar para su beneficio, cualquier manifestación que sea en este mundo, de la Luz o de la Verdad, a fin de causar una distorsión de percepción, y así causar lo que llamáis hoy, una disonancia cognitiva, logrando así que nunca os podáis reencontrar. Y es así hoy en vuestro mundo moderno, no solo en las religiones, sino en las llamadas "distracciones". He tenido la ocasión de mencionar, hace muchos años, lo que es la imagen representada por vuestras pantallas, que en realidad como dije, hacen pantalla a la Verdad.

Las fuerzas presentes actualmente sobre la Tierra se revelan totalmente, nadie podrá ocultar lo que él es, ni podrá sustraerse a la Verdad, lo confirmo otra vez hoy. Os pertenece pues, en vuestro interior y no analizando los hechos exteriores, de encontrar esa falsedad. Aquellos de vosotros que habéis vivido los procesos vibratorios que hemos acompañado, o más recientemente lo que sucede con las nuevas Emanaciones Arcangélicas, o bien las Teofanías, os han aportado. aunque no podáis describirlo con palabras o explicaciones, habéis llegado a vivir desde adentro la verdad del Corazón.

Viviendo la verdad del Corazón, constatáis que sean las que sean las historias llevadas en apariencia en este mundo, ninguna de dichas historias os permiten encontrar vuestro Corazón. Que sea siguiendo a Buda, que sea siguiendo al Cristo, siguiendo a alguien, no sois vosotros mismos. Volverse el Cristo no es seguir el Cristo, es realmente desaparecer para dejar todo el espacio al que se ha sacrificado por vosotros, para daros el Camino, la Verdad y la Vida. Cuando os decía que era el Camino, la Verdad y la Vida, nunca fue una cuestión a mis ojos, de crear un culto de mi persona, de mi historia, sobre todo para representarme en el sufrimiento de la cruz, en vez de representarme como Cristo glorioso.

Todas esas imágenes se han impregnado en vosotros, queráis o no, desde milenios, desde hace 2.000 años. Os han llevado a errores de posicionamiento, a comprensiones falseadas que jamas os han permitido, ni os permitirán, encontrar la Verdad esencial que se celebra en vuestra intimidad y no en un libro de historia, en un libro que cuenta y narra acontecimientos ocurridos hace tanto tiempo.

Solo el Apocalipsis de “San Juan” ha sido redactado bajo mi dictado y está conforme en todo punto de vista, tanto a nivel de los acontecimientos que vivís actualmente, como en el aspecto puramente vibral, os permiten de reencontrar, como se ha explicado durante la revelación de las primeras Claves Metatrónicas, si puedo decir, el hilo conductor de vuestra Eternidad.

Hoy las cosas son diferentes porque nada debe quedar oculto, porque el Espíritu de Verdad está aquí. He orientado a muchos de entre vosotros, a pesar de la falta de comprensión, durante mi última encarnación, a cuestionarse quizá de manera más intensa. Sabéis tal vez que mis oyentes estaban cautivados, aunque no entendieran propiamente hablando el sentido de mis palabras. Por supuesto, las condiciones de hoy son profundamente diferentes y mis discursos en la época de Krishnamurti prepararon el terreno, lo mismo que los Ancianos, de manera general, así como las Estrellas, también han preparado el terreno de vuestra Resurrección.

Es hora de desvelar las usurpaciones que han tenido lugar y que son innumerables. Ellas están hoy todavía presentes en algunas enseñanzas espirituales donde me dan un nombre que nada tiene que ver con la verdad. Recordad que para las fuerzas opuestas a la Luz, el nombre es lo que se imprime en vosotros. Si ese nombre está unido a unas historias, las historias, que las aceptéis o no, se imprimen, no quizá en vosotros sino en el funcionamiento colectivo de la humanidad y viene a encerrar cada vez más, a estar en la ignorancia e incapacidad de volverse hacia sí mismo. Es así de la industria del espectáculo, y también de todo lo que se os muestra en cualquier imagen. Ninguna imagen ni intelectualización ni comprensión, puede reemplazar la Verdad.

La Verdad es un país sin camino; lo he dicho, no hay que recorrer otro camino que vuestros territorios interiores. Todo lo que captáis del exterior, todo lo que comprendéis del exterior, en definitiva y en verdad, no son más que obstáculos puestos sobre vuestro camino, desvíos que os impiden ver lo que Sois.

Todo eso ha terminado. Sabéis que la Luz adamantina desde la Liberación de la Tierra, se propaga de manera extensiva a todos los niveles de la Tierra. Un umbral se franqueó el 8 de marzo y otro umbral será franqueado mañana, es decir el 7 de junio precisamente, permitiendo descubrir una serie de elementos a través del comienzo de la disolución de la organización social humana, en sus aspectos falseados, en sus mentiras y disfraces.

La única forma de afrentarlo, lo sabéis, es de entrar en vosotros, en vuestra intimidad y de no ser desviados, atraídos o perturbados por lo que se va a celebrar. El único salvoconducto es vuestro Corazón, siempre lo ha sido y lo será en estos tiempos especiales, con una acuidad mucho más evidente, lo que era el caso, incluso para aquellos que ya habéis vivido los procesos vibratorios del descenso del supra-mental.

El bien amado Juan, lo sabéis, es el que llamabais Juan y que hoy se llama Sri Aurobindo; aquel era mi escriba bien amado. Durante su última vida, como Sri Aurobindo también preparo a la humanidad a lo que llamo “el descenso del supra-mental”, a través de sus escritos, a través de sus experiencias, aunque hubo pequeños errores, pero normales en la época en que vivía su última encarnación, previendo el también, como la mayoría de los Ancianos, una perpetuación de un mundo que no tiene razón se ser. Pero ese error no es importante. Lo importante, es haber anunciado el descenso del Supra-mental y haber declarado, en el momento de su partida, que volvería cuando el supra-mental estaría en la Tierra, en el interior de algunos individuos, para apoyar la instalación del Cristo. Es exactamente lo que ha sucedido, es exactamente lo que muchos de entre vosotros vivís desde las Bodas Celestiales o bien antes, desde el primer descenso del Espíritu Santo.

Es hora pues de devolverle a Jesús lo que es de Jesús, si podemos decir. Es hora ya, de ver todo eso, no sobre la escena de este mundo, sino en vuestro Corazón, como ha sido enunciado tantas veces. Nadie desde mañana, podrá decir que no sabía, porque veréis por vosotros mismos que la única solución, la única escapatoria a las condiciones de este mundo, no se encuentra el cambio, cualquiera que sea de este mundo, porque todo cambio que constatáis desde hace 2.000 años solo hace conduciros hacia el reino de las sombras.

El reino de las sombras se ha acabado, aunque todavía desfilan algunos, en la fecha precisa y específica del 13 de mayo de 2017. Ese fue el período de tiempo que se concedió a las fuerzas de la oscuridad para tratar de seducir y distorsionar la verdad, según acuerdos memorables y muy antiguos que no son deseables ni necesarios de conocer hoy. No obstante, la mascarada, la Ilusión, el encerramiento, la desviación de la Luz, la desviación del Espíritu, todo eso se ha terminado. La Luz vuelve a tomar su lugar, su verdadero lugar en cada uno de vosotros; no cambia nada que lo rechacéis, que lo viváis o que lo aceptéis. En efecto, como sabéis, eso no depende ni de vosotros ni de nosotros, sino simplemente, de lo que llamaría una mecánica de la Luz o una mecánica celestial, si preferís.

Así que la única verdad posible a fin de escapar a las redes de las historias y de las imágenes, es realmente y concretamente de mirar hacia adentro de si, no para analizar el personaje, ni conocer o saber respecto al pasado, sino sumergirse de forma radical en el eterno presente, en Hic et Nunc, como os decía el Arcángel Anaël, porque realmente, la única Verdad está ahí. Es en los momentos en los que desaparecéis que la Verdad se descubre; algunos de entre vosotros ademas, desaparecieron pero no para descubrir la Verdad, porque el momento no era suficientemente intenso, si puedo decir, para percibirlo, concretarlo, y manifestarlo.

Las cosas han cambiado profundamente, no solo a nivel  individual, sino realmente a nivel colectivo. Así, desde el instante en que vuestra mirada se vuelva hacia el interior, constataréis en los días y semanas que vienen, una mayor facilidad a permanecer en la Dicha y en la Paz, pero os daréis cuenta también de algunos inconvenientes, de algunos sufrimientos en cuanto volváis a salir, una vez encontrado el Corazón realmente y concretamente. Sabéis, que no es cuestión de culpabilidad o de pagar lo que sea, sino simplemente de ser verdaderos. Sois el Camino, la Verdad y la Vida, os lo hemos repetido bastantes veces, lo repetí bastante durante mi última encarnación, como cuando fui Jesús de Nazareth.

Muchas cosas han sido disfrazadas, me han hecho pertenecer a ciertas órdenes, me han asignado virtudes especiales, algunos dijeron que yo era un profeta, otros que era un estafador ¿Qué importancia? Lo importante no es mi vida, lo importante es simplemente lo que permití realizar abandonándome totalmente al Cristo desde mi bautismo en el Jordán, y sobre todo en el momento de mi crucifixión. Fue entonces cuando sembré la Tierra por mi propia sangre mezclada a la Luz del Cristo, la Tierra ella misma presagiando y permitiendo lo que se celebra hoy.

Ninguna organización de esta tierra os puede ser de alguna utilidad para encontraros, y reencontraros, todo lo contrario. Hoy os falta, como dije en mi última encarnación y como he tenido la ocasión de explicaros, reencontrar la Autonomía y la Libertad interior, es decir no depender de conceptos, ni depender de ideas, ni depender de vuestra historia, no depender de ninguna historia de esta tierra. Es simplemente reencontrar la esencia de vuestro Ser, que es la esencia de mi Ser. Que me llaméis Jesús, que llaméis Cristo o que llaméis Hermano K, no hace ninguna diferencia.

Lo que he realizado en esa época, hoy lo realizáis; cada uno de vosotros esta llamado en cuanto miráis en vuestro adentro, a volver a lo que erais, a volver a él mismo más allá de todo mundo, y en particular más allá de este mundo. Como también dije “Nadie puede servir a dos amos a la vez”. O bien servís al mundo o servís a la Eternidad. Sirviendo a la Eternidad, servís al mundo mucho mejor, que si buscáis servir al mundo o servir a vuestros hermanos o hermanas, porque en ese momento establecéis diferencias entre el que veis, el que es cercano, el desconocido que muere de hambre, de enfermedad o de sufrimiento al otro lado del planeta. Es en ese sentido que cuando fui Jesús, pude decir: “Lo que hacéis al más pequeños de entre vosotros, es a mí a quien lo hacéis”.

Del mismo modo hoy lo que hacéis al más pequeño de entre vosotros, os lo hacéis a vosotros mismos. Todo es Uno, ya lo sabéis, nuestros hermanos orientales lo han explicado perfectamente, lo han vivido enteramente, despojados de toda historia, de toda tradición. Hoy, es lo mismo para vosotros. Sea cual sea vuestro estado inicial, a partir de mañana, tanto si sois Liberados vivientes, dormidos o despiertos, que vibráis o no percibís nada, veréis rápidamente que todo eso va a cambiar de forma radical y muy rápidamente, a medida que se intensifiquen los acontecimientos humanos.

Es pues, no algo paradójico sino mucho más evidente para aquel que acepta la Luz. El barullo de este mundo solo es el reflejo de su falsedad. Así que cuando la Luz enfoca, se vienen abajo todas las pretensiones de lo que quieren alterar, encerrar y engañar. Eso os concierne tanto a nivel individual como colectivo y global. Eso no afecta solamente a partir de mañana a la conciencia humana, sino a toda conciencia en cualquier dimensión que sea, presente en el entorno de la Tierra. Eso afecta también a los insectos, a las flores, a los vegetales, a los pueblos de la naturaleza, aunque no estén afectados directamente en el proceso de liberación de la Tierra; sino, todo lo consciente o inconsciente de esta tierra, vivirá esta transformación saludable que es simplemente de volver su mirada al interior.

Las Teofanías, del tipo que sean, realizadas con vosotros mismos o con el Sol, con una situación, con el Espíritu del Sol, conmigo, con el Cristo, están ahí para justamente ayudaros a franquear solos la última puerta. No hay condición más adecuada ni mejor que el ajetreo de este mundo para realizar totalmente vuestra Eternidad, aquí mismo en encarnación.

Como se ha dicho, muchos carismas se manifestarán, pero estos carismas solo son el testimonio de la Verdad. Ellos no deben, en manera alguna, permitir que perdure nada ilusorio, sino, y eso se ha dicho también. Sentiréis perfectamente la diferencia entre los momentos en los que permanecéis en la Paz y la felicidad y los momentos en que salís de ella. Eso se volverá realmente evidente, sin dificultad, sin esfuerzo, sin preguntas. Es así como se encuentra el último retorno, el último sacrificio y la verdadera Resurrección, y eso durante el lapso de tiempo que no conocemos, entre el comienzo de las tribulaciones humanas y la llegada de la señal celestial. Cada día que pase se verá aumentar el alboroto y la Paz aumentará en cada uno de los que habéis dirigido vuestra mirada hacia el interior. Es así como os demostraréis a vosotros mismos vuestra Autonomía, vuestra Libertad, y la vivencia directa que no tenéis nada que ver con el encierro.

No hay escalones que subir ni montañas que escalar, no hay vibraciones más importantes, los que las que habéis experimentado, solo la realización de lo que sois, a partir del momento en que se desvanezcan los últimos velos personales y colectivos. La Paz está a dentro vuestro, y será cada vez menos localizable en su falsedad al exterior. Esto se ha dicho, es tan simple y tan evidente como eso, y sin embargo muchos aún no han entendido lo que hay en dos palabras o dos frases: “Mirad adentro de vosotros”.

No hablo de meditación, no hablo de vibraciones, hablo simplemente de detener toda mirada exterior, todo lazo exterior, no de manera permanente, sino el espacio de un instante. Ese instante muy corto, desde mañana bastará para haceros realizar eso y de estableceros con facilidad y con más constancia en lo que llamamos la dicha, la beatitud, el éxtasis, el Reino de la Morada de la Paz Suprema, los Reinos de Eternidad, los Reinos de la luz, que os harán vivir el antagonismo completo entre todo lo que puede vivirse exteriormente en este mundo, en cualquier ámbito que sea, y lo que puede vivirse en vosotros mismos.

No hay, lo sabéis, ninguna solución de continuidad, En mi última encarnación, cuando se me planteaban preguntas sobre la linealidad de este mundo, las espiritualidades de este mundo, yo respondía muy a menudo; que el que me planteaba esa pregunta, no había ido a la otra orilla para verificarlo. Os corresponde hacer el viaje. No creáis lo que os dice vuestra cabeza, ni lo que os dicen vuestras percepciones, no creáis tampoco lo que os dicen vuestras vibraciones. Ni en ninguna historia, sea la que sea, porque no hay ninguna historia, solo hay un encerramiento sobre este mundo. Por eso es  que decía que mi Reino no era de este mundo y es en eso por lo que estuve en oposición frontal con los guardianes del Templo que nunca comprendieron ni vivieron la menor onza de interioridad. Es a lo que lleva a la falta de interioridad, a un disfraz, a la guerra, al conflicto, a la oposición, a la muerte, al crimen, a la guerra.

La única Paz verdadera está en el interior de uno mismo; muchos de los grandes seres lo ha dicho - no voy a citarlos pues son innumerables -, y sin embargo el conjunto de la humanidad ha seguido por la senda de la distracción, por el camino de la búsqueda espiritual exterior, de la comprensión de este mundo más que de la experiencia de la Eternidad. Eso es así, porque es lo propio del llamado “ego”, y es así porque existe, en cuanto nacéis en este mundo, el miedo a la muerte que está inscrito en la intimidad de este cuerpo. La falsificación, la Ilusión y el encierro no han tocado, por supuesto, solo a la conciencia; han tocado mayoritariamente a la organización de vuestra estructura biológica, haciendo que esa estructura no pueda responder al influjo de la luz. Por eso, la preparación fue muy larga durante el regreso de la Luz en este fin de ciclo, en este final de revolución zodiacal, un ciclo largo que corresponde, como sabéis a más de 50.000 años.

Las cosas son profundamente diferentes desde hace treinta años, aunque sean pocos seres humanos encarnados que lo vivieron, pero con el tiempo, se han realizados muchos elementos que permiten hoy experimentar esta interioridad desde el momento en que dejáis todo lo que concierne el exterior. No hay otra puerta de salida, siempre lo hemos dicho; la única salida es el Corazón, el don de Sí, la de su vida en este mundo para reencontrar la Eternidad. Todo lo que tenéis, lo sabéis, os mantiene hoy mucho más firmemente que la historia de este mundo, aunque os hayáis desviado. Entonces os pido humildemente que miréis en vosotros, sincera y objetivamente antes de ver lo que sea respecto al estado de la Luz - de veros honesta y francamente.

No hay ni castigo ni temor que tener, sino simplemente reconocer; a la vez reconocer los errores y reconocer quiénes Sois. Pero mientras no reconozcáis vuestros errores, mientras no reconozcáis algo de verdadero de este mundo, no podéis reconoceros. No es hora de tergiversaciones, ni de vacilaciones, porque como os hemos dicho, el tiempo se ha cumplido, la Ascensión de la Tierra ha comenzado, vuestra Liberación ha empezado también, de manera colectiva.

Como sabéis y Juan además lo dijo, habrá un cierto numero de choques que asumir, pero esos choques conciernen al exterior y no a vuestro ser interior, vuestro ser de Eternidad. Por eso será más fácil y más obvio, de volcaros al interior, porque cuando no podeis ser distraídos por el exterior, cuando no estáis encadenados a vuestras actividades, incluso las más honestas y las más lógicas de este mundo, entonces estáis realmente y concretamente disponibles. Solo aquel que mantiene este exterior que desaparece sufrirá; el que encuentra su Corazón, no podrá sufrir ningún cabello de su cabeza podrá ser tocado, porque estará en la Verdad, porque ha comprendido que la Verdad no necesita protegerse, no necesita disfrazarse, no necesita ser interpretada ni incluso ser comprendida.

Es esa revolución interior, este último transito, al que he venido hoy a reinvitaros. Ha sido decidido entre todos los Ancianos, de aportar respuesta para aquellos que aún se preguntan sobre la vida de Jesús o sobre la vida del Cristo. Así que detendré mis palabras aquí hoy, y me tenéis a vuestra disposición para responder a vuestras preguntas, al respecto, como he dicho, de mi vida histórica o incluso los mecanismos que he evocado hoy, relativos a este último transito.

…Silencio…

Una vez más, sed sinceros y espontáneos, no retengáis nada, soltad al Espíritu, dad rienda libre a lo que emerge como preguntas. Independientemente de su origen, del Espíritu o de vuestra persona, las responderé.

Una vez más, sed francos y espontáneos, no retengáis nada, desatad al Espíritu, dad rienda suelta a lo que emerge como cuestiones. Independientemente de su origen, ya procedan del Espíritu o de vuestra persona, yo responderé.

    Pregunta: Nuestro cuerpo físico está llamado a desaparecer, el suyo ha resucitado. ¿Hay alguna diferencia entre su cuerpo y el nuestro?


Os señalo que todos vais a resucitar, salvo aquellos que mueran realmente y concretamente porque no tendrán ninguna razón de estar todavía en el escenario de una historia de este mundo o de un mundo futuro o que tenga que pulir algunos elementos vibratorios, de códigos relativos al regreso a su dimensión de origen o a su Eternidad.Así pues la Resurrección, también la vais a vivir al final de los tres días de estasis, saldréis de la tumba, con o sin cuerpo. Aquel que vive el Espíritu no puede de ninguna manera estar sujeto a ninguna materia carbonada que sea; no hablo de tercera dimensión disociada, sino de la materia carbonada, en el sentido que entendéis. Solo algunos hermanos intergalácticos viven y evolucionan en lo que llamáis tercera dimensión unificada, porque las reglas de su mundo, la influencia de la irradiación de la Fuente, no es la misma que la de la Tierra.La pregunta del cuerpo de carne que planteas, no hace más que reflejar la ignorancia de la vivencia, de lo que está por vivir en Eternidad. La Eternidad no necesita, lo sabéis, de ninguna forma, de ninguna dimensión, aunque el juego de la conciencia os permite de experimentar libremente todos los mundos, todas las experiencias. Eso forma parte de vuestra libertad de seres de Amor.Si planteas esta cuestión, te puedo afirmar que no conoces la otra orilla y que buscas a nivel de la cabeza  comprender algo y de vivirlo. Ahí está el ejemplo típico, de lo que se llama “la falsa espiritualidad” que ata formalmente, lo que Sois en verdad, a este mundo, así que no hay ninguna correlación posible, salvo a nivel del alma vuelta hacia la materia, que no conoce y que no ha reconocido al Espíritu.De todas formas, date cuenta que a través de esta pregunta, surge el problema de la muerte del ego. Cualquiera que sea la edad que tengas; sabes perfectamente que la muerte está cerca, aunque no haya un final colectivo. El problema es exactamente el mismo en cada una de vuestras encarnaciones, porque cada encarnación que no se os ha permitido ser verdaderos, os ha encerrado todavía más en el libre albedrío y en la ley del karma.Si tu conciencia hoy se ha vuelto hacia el pasado y hacia esos pasados, en ningún momento puedes ser libre, te diga lo que te diga tu cabeza. Hay que soltar prácticamente todo conocimiento que te es presentado por la cabeza, solo en el Corazón, y cuando hablo del Corazón no es un concepto, sino la percepción real y concreta de la felicidad, de lo que pasa cuando has llegado a tu Corazón. Aquel que ha llegado a su Corazón, realmente y concretamente, no tiene nada que ver con los juegos de la Ilusión. Él ha visto la Verdad, ha llegado a la otra orilla, ha vuelto y ya no puede ser manipulado, mientras que allí, a través de tu pregunta, has sido manipulado por tu propio mental que dirige tu conciencia y dirige tu vida. Es hora, hermano mío de dejar ir todos estos despropósitos, todas esas estupideces que te alejan de la belleza de tu Corazón.Entonces te lo ruego, contesto a tu pregunta: ¿qué importancia tiene lo que le pase a tu cuerpo? ¿Acaso eres ese cuerpo? ¿Eres este efímero que sigue de vida en vida y que sufre de vida en vida? ¿Sé honesto y sé verdadero, de qué tienes miedo si no es de perder una forma, que de todos modos está destinada a perecer? Hubo sobre la tierra muy pocos seres que fueron capaces de llevarse su cuerpo a la Luz, su cuerpo de carne. Esa no es la finalidad pero que correspondía a un objetivo preciso. Fue mi caso, fue el caso de María, fue el caso de Enoc, fue el caso de Elías.La misma formulación de tu pregunta muestra tu apego visceral a la materia, no hay ningún Corazón ahí, sino es el Corazón de la mente que solo te engaña. Entiende bien que no te acuso de nada, ni te estoy recriminando, sino que te ayudo a ver la Verdad. Mientras estés interesado por el pasado, mientras estés interesado por tu cuerpo y por tu porvenir, es lógico ocuparse de su cuerpo para mantenerlo funcionando correctamente, es totalmente ilógico relacionar este cuerpo con la espiritualidad, de la manera que sea.El mayor problema son las historias que fueron engramadas en vosotros a lo largo de vuestras vidas, y más particularmente durante este período de final de los tiempos, como he tenido la ocasión de decirlo, a través de las imágenes, de la seducción de vuestros ojos, la seducción de vuestros sentidos, la seducción de creeros inmortales en el seno de vuestro personaje, a través de la reencarnación.Entonces ahora te lo digo, ya es hora de detener todas esas andanzas, ya es hora de entrar en ti y verte más allá de todo juego. Mientras no se haya hecho, vagarás de pregunta en pregunta, de pregunta en pregunta, y progresivamente de miedo en miedo, de sufrimiento en sufrimiento. ¿Es esto lo que quieres o es la verdadera Luz?A partir de mañana nadie podrá decir que no sabía, aunque no haya oído nuestras palabras, aunque nunca se haya interesado en nada más que a su vida material. Dense cuenta, en todo caso en Occidente, sois todavía muchísimos a estar convencidos de que la muerte es el final, que no hay nada después. ¿No es el peor de los olvidos? ¿Acaso no es la causa primera de vuestros sufrimientos? Entonces por supuesto tan pronto descubrís la espiritualidad, vais a explorar un cierto número de acontecimientos, luego os interesáis por vuestra infancia, luego vais a buscar en vuestro pasado justificaciones de vuestro presente. Estas justificaciones de vuestro presente sólo son unas sandeces que nunca podrán permitirte vivir lo que eres. Acéptalo y averígualo en ti. No te pido de creerme, te pido de experimentarlo.Hacerse la pregunta sobre la muerte de este cuerpo es una negación del Espíritu. Acéptalo, no hay ni juicio ni condena, hay simplemente la Verdad pura. No podemos discurrir sobre esta Verdad mientras en alguna parte estás identificado a tu persona, a tu cuerpo, a tu personaje, y esto será visto muy rápidamente por cada uno de vosotros. 


Nadie podrá decir que no sabía. Es decir que a partir de mañana, la frase que utilice en el momento de mi crucifixión no tendrá más razón de ser, porque ninguno de vosotros podrá pedir lo que no ha querido ver, deberá pasar por la Puerta Estrecha a fin de reencontrarse, y de poner punto final a todas sus ilusiones por el Amor y en el Amor, no aquel de tu persona, no el amor de este mundo, no al amor del pasado o del futuro, sino el Amor de la verdadera Vida. Eres el Camino, la Verdad y la Vida en el instante presente, y en ninguna otra parte.

Silencio…


Si os he propuesto  responder a vuestras preguntas sobre la vida de Jesús, no es para reforzar la historia, sino para permitiros, si todavía hay algunas preguntas al respecto, de no seguir siendo engañados por algunos escritos, por algunos condicionamientos presentes en el seno de lo que es llamado la Iglesia exterior que, más que nunca, no es mi Iglesia.- Mi Iglesia está en vuestro interior, es lo que les decía en el templo: «Destruid este Templo, mi cuerpo, y lo reconstruiré en tres días.» Es exactamente lo que vais a vivir, enriquecidos por la Llamada de María. -Y ved cómo esto ha sido entendido. Os hablan de la resurrección de los muertos, cuando es una resurrección de la Vida, y no de lo que está muerto y que de todos modos muere. Veis cómo la inversión, la falsificación, con las palabras, en los escritos, es extremadamente fácil. No sois responsables de ello, lo que es responsable de esto es la misma estructura cerebral sobre la cual se imprime vuestra conciencia. No puede haber entonces, en el seno de este encierro, ninguna solución de Libertad.

…Silencio…


¿Tenéis más preguntas?Pregunta: una amiga vive desde hace un año una transubstanciación. Ella dice que está muerta pero sigue viva, parece que su cuerpo se regenera. ¿Qué pasará si todos debemos dejar nuestro cuerpo?Pero, la regeneración de algunos de vuestros cercanos, que veis en algunos hermanos y hermanas, está vinculada a la acepción de la Luz, a nada más. Si hay aceptación de la Luz y que la Luz manda en este cuerpo, eso quiere decir también que las estructuras cerebrales han cambiado, y me parece además que os hemos enseñado la correspondencia entre las 12 Estrellas, las funciones espirituales que están situadas a nivel de la cabeza y que actúan pues sobre el cerebro.Entonces la transustanciación, antes de la estasis, lo constatáis, o bien estáis sufriendo, o bien constatáis la aparición de enfermedades, o bien estáis siendo regenerados en este cuerpo. Y eso se ve, y se vive, se siente. Son los efectos de la Luz, entonces el «¿para qué?» no tiene nada que ver ahí. Es justamente la conciencia de la Eternidad que se despliega, la que regenera este cuerpo que sin embargo va a desaparecer. Cuando el umbral de la Luz sea alcanzado, durante lo que el Comendador ha llamado el asa-planeta final, la materia carbonada desaparecerá, no quedará ningún rastro de ella.Entonces es totalmente normal, ya que la finalidad es común, que algunos de entre vosotros que ya han reconocido la verdad de la Luz, acogiendo y viviéndola en la Paz, en la dicha y la Alegría, vean su cuerpo transformarse, rejuvenecer, funcionar con ligereza. Ahí está la Libertad, ahí está el verdadero alimento de los cuerpos, dondequiera que estén ubicados en las dimensiones.Os recuerdo que incluso algunos de nuestros hermanos procedentes de Vega, y que llamé los Ángeles del Señor, tienen un cuerpo biológico pero no necesitan comer, ni reproducirse, y sin embargo tienen un cuerpo biológico. Estáis tan condicionados que estáis convencidos que sea cual sea la 3ª dimensión, estoy seguro de eso, estáis convencidos que hay que comer, que hay que hacer el amor, que hay que tener un techo. Pero todo esto son unos condicionamientos de la materia encerrada y no de la materia libre. Por eso que tenéis que desacostumbraros, desincrustaros de todo lo conocido.- No tenéis ningún punto de apoyo ni ninguna referencia, en cualquier historia o vivencia que sea, sólo el Corazón os hace descubrir la Verdad. Todo lo demás sólo son desviaciones, sin ninguna excepción.Los que habéis llamado santos o místicos, que sea en el seno de la Iglesia católica o en otras partes del mundo, son de hecho, seres que han encontrado su Corazón. Entonces por supuesto, la influencia cultural va a jugar para traducir eso, según el origen, según la cultura, según la educación, pero sólo son unas coloraciones, una manera de vestir que evita el aspecto desconcertante de esta Luz, para aquel que está encadenado y encerrado en su ego.…Silencio…La Luz, cuando es acogida en el Corazón en su totalidad, por la conciencia, es capaz de regenerar cualquier cuerpo, eso lo sabéis. Algunos cuerpos de algunos santos, que de hecho sólo son aquellos que fueron revestidos del Cristo, como lo fui hace 2.000 años, prueban, por su incorruptibilidad de la carne, la santidad. El impacto de la Luz y del Corazón, fue tal que la materia no puede disolverse, la materia será disuelta por supuesto durante el asa-planeta final. Si estáis enfadados, si no lo creéis, entonces os puedo asegurar que nunca habéis encontrado vuestro Corazón, y no sirve de nada creer en ello, hay que vivirlo.

…Silencio…


La estructura de vuestro cerebro os obliga a adherir a unos conceptos, ideas y pensamientos, pero ¿quién piensa, quién tiene unas ideas, quién tiene unos conceptos? ¿De dónde vienen esas ideas, de donde vienen esos pensamientos, de donde vienen los conceptos? Es una de las primeras preguntas que me hice antes de reconocerme.Reencontraros os da una Felicidad y una Paz, que ningún conocimiento de este mundo os puede proporcionar, incluso los acontecimientos más felices, porque no es comparable ni  apreciable.…Silencio…

¿Tenéis otras preguntas?

Pregunta: ¿Jesús estuvo casado?
Sí, estuve casado y tuvimos tres hijos. No hay nada peor para un occidental que estar soltero. Mientras que para nuestros hermanos orientales, eso no plantea ningún problema porque la estructura cerebral no es la misma. Es en eso que la herejía de la Iglesia, habiendo prohibido el matrimonio, es un error monumental. Os recuerdo además, que en el seno de la ortodoxia, que está mucho más cerca a mi Corazón, que lo estaba en todo caso, el matrimonio era algo fuertemente aconsejado porque no hay otra manera de equilibrar, sobre la pantalla exterior, que de estar con alguien del sexo opuesto. Pero por supuesto, lo sabéis, las relaciones humanas fueron tan falseadas, tan alteradas, que hoy, y lo veis, la mayoría de las parejas se separan muy rápidamente, cada vez más rápidamente, porque buscan en la otra persona lo que no pueden encontrar.Entonces sí, María-Magdalena fue mi esposa, legal y oficial, todo esto fue retirado por supuesto. Entonces sí, tuve tres hijos que vinieron a Francia, al igual que mi esposa, mientras que mi madre, ella, se iba al otro lado del Mediterráneo, acompañada por mi bien-amado Juan. María había perfectamente entendido esta frase que le dije antes de mi último suspiro; «Madre, he aquí tu Hijo. Juan, he aquí tu Madre».

Silencio…


¿Alguna pregunta más?Pregunta: ¿qué pasó con vuestros hijos? y ¿Quiénes son?Han procreado y se han multiplicado. Algunos de ellos os son conocidos, fueron los primeros reyes de Francia. Su realeza era conocida y reconocida. Algunos linajes han aparecido en el continente europeo, pero esto pertenece a la Historia. Hoy esto tiene muy poco interés.Es en este sentido que Francia fue llamada la hija mayor de la Iglesia, y que hoy este país se ha vuelto el reino del Anticristo, y que deberá ser aplacada a los ojos del mundo. No se trata de un combate, ya que mis Testigos no tienen ninguna intención de combatir lo que sea, sino simplemente de probar, por su resurrección, la primacía del Corazón sobre cualquier experiencia terrestre. …

Silencio…


Pregunta: ¿cuál fue el verdadero papel de Judas?Fue el papel que conocéis. Estando revestido del Cristo en mi Corazón, yo veía evidentemente más allá de cualquier apariencia, y lo que la Iglesia juzgó, contando esta historia, es efectivamente la verdad, pero la mirada y el punto de vista que yo tenía, era el de cumplir la voluntad de la Fuente. Es en ello que os digo otra vez hoy de no juzgar, incluso aquel que es vuestro peor enemigo. Esto pertenece a las apariencias. La única Verdad, si aún no la veis – y cuando la veáis os lo confirmará –, es que absolutamente todo lo que ahora se celebra, a pesar de las vicisitudes, a pesar de los cantos de gloria de las fuerzas opuestas a la Luz, el Corazón, y nada más, es decir todo, sin limitar nada, sin excluir nada. Judas actuó a la perfección su rol. Mi objetivo no era el de establecer un reino en la tierra, lo que es imposible, porque cualquier reino establecido sobre la tierra pertenece a Satán, y no es mío.En mi última encarnación fui muy dulce y pausado, como lo he sido con vosotros desde hace muchos años, pero ante la intensidad de la Luz hoy, esta dulzura no tiene más razón de ser, porque la Verdad es fuerte, no admite ningún compromiso desde ahora, porque todo es revelado. La verdadera dulzura está en vuestro Corazón, no puede estar en las palabras que llegan a la persona, porque lo que toco hoy es, como tal vez lo vivís desde las Teofanías, es el Corazón. Y en el Corazón, no puede haber ni mentira, ni alteración, ni concepto, ni historia.De hecho, vean lo que sucede desde siempre en esta tierra, con mayor acuidad durante el siglo pasado, las guerras mundiales, la interacción de los países, las comunicaciones, todo esto sólo os muestra la competición y la guerra. ¿Dónde está la Vida? ¿Dónde está la Verdad? Está ausente de todos estos juegos. Además ved, con toda esta violencia en nombre de Dios, no pienso que le quede mucho trabajo a Satán, Dios se encarga muy bien de eso en su nombre. Mirad las matanzas, las guerras, vinculadas a la avidez, ligadas simplemente a los conceptos de gente que no viven nada. Si no, si vivís el Corazón, da igual vuestra religión, no podéis quitar ninguna vida, no podéis herir a nadie, no podéis ir en contra de la Vida. Mirad lo que han hecho las religiones, cualesquiera que sean.

Silencio…


Pregunta: cuando nos dijo: «Padre, encomiendo mi espíritu entre tus manos» y «Padre, que se haga tu voluntad», esas frases son unas palabras de abandono?No he entendido la pregunta. Las frases que he pronunciado son exactas, tal y como las has repetido. ¿Entonces?Pregunta: ¿hay un grado de abandono último entre estas dos frases?Las dos son concomitantes y corresponden a la misma verdad enunciada. No estoy seguro de haber entendido lo que quieres preguntar.Pregunta: a menudo repito esas frases. ¿Alguna de las dos tiene una intensidad de abandono más importante que la otra?Querida hermana, puedes repetir esta frase toda tu vida, pero no cambiará un ápice lo que eres, hasta que no estés en el Corazón. Primero hay que estar en el Corazón antes de repetirte unas frases que tienen un sentido para aquel que lo ha vivido, pero que no tienen ningún sentido y no tienen ningún efecto hasta que no estés en el Corazón. Puedes repetir todas las oraciones que quieras, puedes pasarte, y algunos lo han hecho, vidas enteras repitiendo las mismas oraciones, el Corazón se quedará seco. El Corazón es la Paz, el Corazón es la Felicidad, el Corazón es la Verdad, y no necesita de palabras.Y de hecho a menudo cuando repetís esas frases con Corazón, con certeza, pero que vuestros actos son opuestos ¿dónde está la realidad de vuestro abandono? ¿Dónde está la desaparición de vuestro personaje, de vuestra persona, de vuestra historia? Traéis esta frase de verdad del que está en la cruz y que vive el abandono real por la crucifixión a vuestro propio personaje, a vuestra propia escena. Es un disfraz. Puedes repetir exteriormente todo lo que quieras, eso no cambiará para nada el emplazamiento de conciencia.El Corazón es Evidencia, nunca pregunta, sigue la evidencia de la Luz, lo acepta todo, lo aguanta todo. Si hablas la lengua, la de los hombres y la de los ángeles, si te falta el Amor, no ganas nada. Cuando tengas todos los poderes, si te falta el Amor, todo eso es falso, te falta en ese momento lo esencial. Cuando digo “tú”, no me dirijo solamente a ti, sino a cada uno de vosotros. Buscad el Reino de los Cielos que está adentro de vosotros y todo lo demás os será sobradamente dado, pero no hagáis lo contrario, si no nunca encontraréis el Corazón. Y no interpretéis lo que digo respecto al Corazón, «tener buen corazón» no es «estar en el Corazón».…Silencio…

Pregunta: la Estrella Gema Galgani me ha propuesto vivir la Unión Crística. ¿Se ha realizado?¿Quién puede saberlo mejor que tú? ¿Por qué esperar una confirmación exterior? Date cuenta: en cuanto esta pregunta emerge, eso quiere decir que aún no se ha realizado. ¿Quién pregunta, este tipo de pregunta, si no es la mente? El corazón es Evidencia, lo repito, no puede dejar subsistir ni duda, ni interrogación, ni pregunta. En cuanto te diriges hacia el exterior, aunque fuese una voz autorizada, aunque fuese una voz procedente de las Moradas de la Eternidad, te remite a ti. En la vivencia del Corazón real, no puede haber ninguna duda, no puede emerger ninguna pregunta.Con lo que si una pregunta emerge al respecto, quiere decir que no se ha producido. Es en ese sentido que te repito, sólo tú puedes saberlo, vea lo que yo vea, y diga lo que yo diga.Si te contesto “no”, estarás frustrada, si te contesto “sí”, estarás satisfecha, pero no es la respuesta lo que debe satisfacerte, es tu propia conciencia, no tu mental. ¿Pero estás en la dicha? ¿Observas esa felicidad desde despertar por la mañana hasta tu última mirada al exterior antes de dormirte? Si la respuesta es sí, entonces estás en el Corazón, no en la mente sino que eres el Corazón, sino, a ti te corresponde deducir la verdad.Una vez más, vivir la Eternidad y ser liberado viviente no deja ninguna duda respecto al Espíritu. Por supuesto existirá siempre algunas preguntas sobre el desarrollo de su vida, las elecciones y las decisiones que hay que tomar, pero en ningún caso esto puede preocupar o afectar al Espíritu. Os invito a todos a reconsiderar la verdad. No sirve de nada mentirse o de interrogar al exterior, el que vive el Corazón no puede tener ninguna duda ni ninguna fluctuación de su presentación, de su humor, de su sonrisa, sea cual sea lo que la Vida le presente.Las interrogaciones espirituales, las preguntas sobre el Espíritu sólo pueden venir del ego; el Espíritu es evidente cuando es revelado y vivido, no puede existir la menor duda sobre el Espíritu. En cambio, siempre podrán haber indecisiones y dudas respecto a las opciones a elegir en vuestra vida diaria, saber qué comer, saber dónde ir de vacaciones ¿pero por qué mezclar el Espíritu en eso? El Espíritu os da esta Paz y la serenidad; esta dicha, es el Amor. Ama y haz lo que te guste, pero no hagas lo que te gusta si no amas.

Silencio…


Pregunta: ¿por qué lo de su sacrificio en la cruz ante el mundo, con 33 años? ¿Cuáles eran el mensaje y los objetivos reales?

Pero lo dije: sembrar la Tierra por mi sangre de la matriz nueva de Vida que fue llamada, la Matriz Crística. Todo lo demás sólo sirvió al interés de la imagen, y pues de la Ilusión, y sirvió para organizar una religión, y a haceros creer que iba a venir a salvaros. ¿Salvaros de qué? ¿De vosotros mismos? ¿Qué hay que salvar? Sed lógicos ¿quién cree necesitar ser salvado, vosotros que sois la Eternidad?Daos cuenta de la inepcia de este tipo de creencias propagadas por esta religión, como de hecho por religiones más antiguas o más recientes que sólo están ahí para esclavizaros, salvo algunos hermanos y hermanas que fueron lo suficientemente iluminados desde el interior y que, a pesar de la falsificación, consiguieron imitarme, volverse como yo, no como Jesús, sino como Cristo de aquella época.Sed vacíos de todo concepto. Os ruego, que olvidéis todo lo que os dice vuestra cabeza. No quiere decir que no haya que preguntarme, sino realmente ver la fuente de vuestras preguntas. El Corazón no tiene ninguna pregunta, el Corazón es evidente y Evidencia; esto se ha dicho, es la felicidad, la beatitud, el éxtasis. ¿Qué más se puede necesitar cuando vivís esto? Mirad a nuestras hermanas Estrellas, que sean de Oriente o de Occidente, que hayan vivido mucho tiempo en la tierra o que se hayan ido muy pronto, mirad su camino, sus testimonios. ¿Qué más se puede necesitar en éxtasis?Aquel que está en el Corazón, que sea Estrella, Anciano o desconocido hoy, porque sois muchísimos, no necesita referirse a ningún pasado porque ha descubierto el tesoro, y el tesoro pone punto final a cualquier carencia. Sólo os puedo invitar hoy, en esta víspera del 7 de junio, a encontraros de nuevo más allá de todo concepto. Todo lo que ha sido vivido, incluso vuestras experiencias místicas, incluso vuestras vibraciones, sólo quedaos con la Teofanía, y con lo que os han dado un Amigo y el Maestro Ram. Ved los consejos que os ha dado recientemente Teresa de Lisieux.El ego siempre hará todo, todo lo posible para impediros vivir el Corazón. Digáis lo que digáis y penséis lo que penséis, ahí está la inversión que os hace creer que cuanto más conocimientos poseéis, más viviréis experiencias, más os acercáis. Son unas muletas pero en un momento dado, hay que soltar las muletas si no esas muletas no os dejaran avanzar más, ellas os obstruyen definitivamente la puerta del Corazón, hasta que las rechacéis.Recordad que el ego y la persona son siempre respaldos por el miedo. El ego se cree inmortal, se cuenta historias, os cuenta historias. El encierro os ha cargado, os ha progresivamente, en el transcurso de este ciclo, bajado siempre más en las profundidades de la oscuridad y no en las profundidades del Corazón. De hecho nuestros hermanos orientales lo llaman la edad oscura, la edad sombría, el Kali Yuga. ¿Cómo queréis que haya alguna verdad ahí? cuando todo se ha disfrazado, la misma organización de la sociedad está falsificada. ¿Dónde está el compartir? ¿Dónde está la Verdad? Ved lo que habéis hecho con el dinero. ¿Acaso hay la menor libertad en lo que llamáis “la sociedad”? ¿Acaso hay el menor espacio de libertad en este mundo, cuando estáis limitados por este cuerpo, limitados por el nacimiento y la muerte? ¿Acaso lo que pasa es la verdad? La Eternidad nunca pasa, ella siempre ha estado ahí.Aceptad los errores y vuestras andanzas, perdonaos a vosotros mismos, y sobre todo, como dije: «ve y no peques más». No hay ningún pecado si no es en contra del Espíritu, no hay ningún pecado mortal, son inventos que los hombres de la Iglesia han creado íntegramente.

Silencio…


Pregunta: respecto a las palabras que fueron escritas: «si esta copa puede pasar lejos de mí sin que beba de ella, que tu voluntad se haga»…Repetí esta frase tres veces en el jardín de Getsemaní, es efectivamente verdadero, porque todo ser humano, incluso liberado viviente, sabe que él no es este cuerpo, pero que existe, como dije, una estructura biológica que tiende a la preservación del cuerpo. Es la estructura biológica en vuestro cerebro que os hace creer que sois una identidad, una persona y una historia, y por supuesto no fui una excepción. En el momento de vuestro último aliento, tendréis una enorme ventaja que yo no tuve, María habrá venido a anunciarlo. En mí caso, María estaba junto a la cruz, y sufría como madre humana.Estoy sorprendido de que nadie me pregunte acerca de la Inmaculada Concepción, esto también son inventos. María era efectivamente virgen, pero no es el Espíritu Santo la que la fecundó. Es cierto que hizo falta un material genético, que no es en absoluto material genético de Josef, sino que es efectivamente una intervención de la Luz, como el Arcángel Gabriel lo enuncio.No nací de la nada, únicamente la Fuente puede hacerlo, lo sabéis, de hecho os lo ha expresado, puede hacer que aparezca cualquier cuerpo, pero yo nací de la carne y del Espíritu. La fecundación de María fue realizada por una técnica que llamaríais hoy inseminación artificial, procedente de poblaciones que no tienen nada que ver con la humanidad.Hubo que aportar, por mi estructura biológica como Jesús, antes incluso que el Cristo viniera a  romper, y eso desde la concepción por el material genético, el principio de encierro presente al nivel del cerebro. Hacía falta pues una sangre exterior – cuando digo sangre, me habéis entendido –, se trata de un material genético exterior a la Tierra y sin embargo humano, pero humano que no es de la Tierra.…Silencio…

Entonces veis, mi madre fecundada por la operación del Espíritu Santo, es un monumental engaño. Hizo falta que la estructura biológica en la cual llegué pudiese soportar, es la palabra correcta, la Presencia del Cristo.Os habéis dado cuenta por vosotros mismos, para algunos de entre vosotros, de las etapas que hubo que pasar para aquellos que se han abierto, por así decirlo, desde hace décadas. Entonces imaginaos que en tres años una estructura biológica pudiese soportar al Cristo en el seno del encierro, es simplemente imposible.…Silencio…

Sé pertinentemente que muchos de entre vosotros, leyendo estas palabras o escuchándolas, entrarán en rechazo o negación. ¿Qué importancia? Mañana es la verdad del Corazón.…Silencio…

Creo que ha llegado la hora para mí de retirarme. Permitídme pues de ofreceros la bendición de Jesucristo, una Teofanía, no solamente con Hermano K, no solamente con Jesús, y más allá incluso de la Historia, una Teofanía con el Cristo. Queridas hermanas y hermanos en humanidad, ha sido un momento importante, de revelaros estos pocos elementos.Entonces, en nombre de la Verdad, estáis bendecidos.

Silencio…


Soy Hermano K.

Silencio…


En el Amor, os saludo. En la Eternidad, os rindo gracia.

Silencio…


Envío a cada uno el beso del Fuego, el beso del Amor.

Silencio…


Ahora os dejo.

ARCANGEL CHAMUEL

LA INTERCONEXION ARCOIRIS 

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Actualizado (Viernes, 16 de Junio de 2017 12:46)